El escritor, actor, periodista y poeta, Mardonio Carballo y el compositor, músico, trovador y representante del huapango arribeño, Guillermo Velázquez inauguraron, la tarde de este jueves 5 de abril, el Seminario/coloquio ¿Qué hacemos? Voz, Conciencia, Identidad y Compromiso en la Escena Mexicana Contemporánea.
El Patio Quinta Margarita del Museo Nacional de Culturas Populares es sede de este encuentro creado con el objetivo de reflexionar sobre la importancia, el valor y destino de las creaciones artísticas y culturales en la actualidad mexicana.
El seminario está integrado por ocho sesiones de trabajo que se realizarán los jueves, hasta el 2 de agosto, de 18:00 a 20:30 horas en el Museo Nacional de Culturas Populares y en La Titería.
Las reuniones están encabezadas por la musicoterapeuta, compositora, cantante y actriz, Hebe Rosell, quien las desarrolla con apoyo del Programa Creadores Escénicos con Trayectoria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.
En las sesiones participarán más de 20 artistas: actores, cantantes, narradores orales, coreógrafos, bailarines, performanceros, improvisadores, poetas, raperos, pintores, escritores, compositores, pedagogos e investigadores.
Sobre la palabra violencia, Carballo preguntó al público si sabía ¿Cuánto pesa un muerto? y ¿Cómo llegamos a este país que nos duele tanto? y reflexionó respecto a cuántos amores, caminos y despedidas sin hacerse ha provocado la violencia, aspecto que ha dejado miles “de fantasmas que cada día nos están recorriendo”.
De ausencia, Hebe Rosell dijo que es una palabra que nos habla de lo que nos falta en pleno día, de los que ya no están, de lo que no tenía que irse y de aprender a dejar ir, pero también es una palabra que aborda proximidad, deseo, abrazos, riesgo, pérdida del miedo, lo roto, lo injusto, a canciones, a música, a poesía, a teatro y a volverse bellos.
La charla concluyó con esperanza, que de acuerdo con Mardonio Carballo es una palabra que hace un grito y un llamado a construir reflexiones, pensamientos y versos poderosos, “pero también a darnos cuenta que hay una posibilidad más: bailar y cantar para construir un mundo mejor”.