Una Afore (Administradora de Fondos para el Retiro) es una institución financiera privada que se encarga de administrar los fondos para el retiro de los trabajadores que se encuentran afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Todas las administradoras están reguladas por la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), que se encarga de vigilar que los recursos de los trabajadores se encuentres seguros y supervisa que se inviertan dentro de los parámetros establecidos para generar rendimientos.
También establece las reglas para que el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) tenga un correcto funcionamiento y sancionar por el incumplimiento de cualquiera de estas disposiciones.
“Las Afore son el mejor mecanismo que hoy en día tiene México para crear un patrimonio a largo plazo, con buenos rendimientos que permiten suponer un nivel de vida en el retiro con bienestar”, dijo Moisés Pérez, socio de pensiones de la consultora PwC.
De acuerdo con la Ley vigente del SAR, todos los trabajadores tienen derecho a una cuenta individual en una institución que se dedique a la administración de sus recursos (una Afore), “en donde se depositen sus aportaciones junto con las que realice el gobierno y el patrón. Estos son los componentes del fondo de ahorro del que disfrute el trabajador cuando se jubile”, dijo.
El experto también explicó que la Ley del SAR permite a los trabajadores independientes tener la apertura de una Afore voluntaria, en donde pueden hacer contribuciones con las mismas ventajas fiscales que una empresa le pudiera dar.
“Incluso la Consar permite dentro de las deducciones personales tener montos de aportación los cuales se pueden incluir en la declaración de impuestos y gozar del beneficio de la deducción fiscal”.
Pérez agregó que idealmente los aforados deberían estar ahorrando el 15 por ciento de sus salarios, “el gran reto que tienen las afores hoy en día es el nivel de reemplazo, es decir, la proporción de pensión en comparación con el último sueldo”.
La Consar divide los ahorros de los aforados en fondos de inversión (Siefores) en el cual las afores invierten los recursos de los trabajadores buscando obtener el mayor rendimiento posible para éstos, siempre bajo medidas de supervisión del organismo regulador (la Consar).
Actualmente existen 5 Siefores
Básica 4: personas de 36 años o menos
Básica 3: entre 37 y 45 años
Básica 2: entre 46 y 59 años
Básica 1: entre 60 años y mayores
Básica 0: 60 años y mayores (trabajadores que están próximos a realizar retiros totales por pensión o negativa de pensión, así como los trabajadores del ISSSTE con bono de rendimiento.
Cada Siefore invierte en diferentes instrumentos financieros dependiendo la edad de los trabajadores, sujetándose a los límites establecidos por la Consar.
Requisitos:
Para poder tener una Afore, el especialista mencionó que se debe contactar a un promotor de afore quien pedirá datos generales para la apertura del expediente digital, tales como: CURP, comprobante de domicilio, acta de nacimiento.
También es necesario estar en un proceso de biométricos (toma de huella digital, voz, entre otros) para poder dar certeza a la identidad de los aforados, lo que hace que contar con este ahorro sea “cada vez es un proceso mucho más sencillo y más seguro”.
Para abrir una afore, además tener en cuenta los rendimientos y las comisiones, Pérez agregó que se debe tener en cuenta el nivel de servicio, la facilidad para obtener información sobre el uso dinero aportado, para bajar estados de cuenta, “y sobre todo que cuente con aplicaciones de fácil respuesta”.
“La edad idónea para abrir una Afore es desde tu primer sueldo, lo peor que te puede pasar es que tengas mucho dinero para jubilarte, pero la anticipación es el gran aliado de tu ahorro para el retiro”, finalizó Perez.