CARACAS, Venezuela.- Un nuevo apagón dejó este viernes a oscuras la mayor parte de Venezuela, en la víspera de una protesta opositora contra sucesivos cortes eléctricos que paralizan al país desde el pasado 7 de marzo.
La falla se produjo hacia las 19H10 locales (23H10 GMT), constató la AFP, afectando a Caracas y al menos a 20 de los 23 estados, según reportes de usuarios en redes sociales.
La estatal Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) no ha informado sobre las causas ni el alcance del nuevo corte de energía.
Desde el pasado 7 de marzo, masivos apagones han afectado a Venezuela, haciendo colapsar el suministro de agua, el transporte y los servicios de telefonía e internet. El más reciente detuvo la actividad entre el lunes el jueves.
El gobierno de Nicolás Maduro atribuye la crisis a «ataques» de Estados Unidos y la oposición contra la hidroeléctrica de Guri (estado Bolívar, sur), que genera 80% de la energía que consume el país.
Las fallas eléctricas son habituales en Venezuela desde hace una década y expertos consideran que son consecuencia de la falta de inversión en infraestructura y de la corrupción.
El jefe parlamentario opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente encargado de Venezuela por medio centenar de países, liderará este sábado una protesta nacional por los apagones.
Maduro también convocó a marchas este sábado para contrarrestar los planes de Guaidó de marchar próximamente hacia el palacio presidencial en Caracas, para asumir su control.
AYUDA HUMANITARIA
En medio de la emergencia, la Cruz Roja anunció este viernes que distribuirá ayuda humanitaria en Venezuela, una cuestión que centra la pugna por el poder entre Maduro y Guaidó.
La decisión marca un giro en la política de Maduro, quien pese a mostrarse abierto a la cooperación internacional sin «injerencias», niega que el país petrolero sufra una «crisis humanitaria», como denuncia Guaidó.
«En un plazo de aproximadamente 15 días estaremos en capacidad de brindar la ayuda (…). Esperamos ayudar a 650.000 personas en un primer momento», declaró en Caracas Francesco Rocca, presidente de la Federación Internacional de la Cruz Roja.