Familiares y amigos acudieron al funeral de Pedro «Perro» Aguayo, en Guadalajara, para darle el último adiós a la leyenda de la lucha libre mexicana.
Desde temprana hora el cuerpo del Perro Aguayo, originario de Nochistlán, Zacatecas, llegó en compañía de su familia a Guadalajara.
En el lugar se hicieron presentes algunos colegas que lucharon contra él sobre el ring, como El Faraón, uno de sus rivales que lo rapó y lo despejó del Campeonato Mundial.
Asimismo acudió Arturo Macías, director de la Banda Cuisillos, quien recordó cómo nació la idea de compenerle una canción al Perro Aguayo.
Aficionados tampoco quisieron quedarse fuera y con cariño recordaron al gladiador, de las botas de borrego, quien era aguerrido sobre el ring e hizo famosa su patada de lanza.
El «Can de Nochistlán» dejó un legado imborrable en su andar por los cuadriláteros mexicanos e internacionales.
Con más de 30 años de luchador conquistó innumerables títulos, máscaras y cabelleras, entre las más importantes las melenas de Karloff Lagarde, Ray Mendoza, Negro Navarro, Texano, Sangre Chicana, Bestia Salvaje y otras; y las máscaras de Konan y Máscara Año 2000.
Debutó en 1968 y durante su trayectoria alternó entre el bando rudo y técnico, ganándose el aprecio de la exigente afición.
Dentro de la WWF logró Campeonato Peso Ligero de la WWF. Fue el primer poseedor de ese cinturón, ganándolo el 26 de marzo de 1981 y tuvo el reinado más largo (826 días) y el más corto (ocho días). Fue el campeón más viejo con 43 años y nueve meses y obtuvo el cinturón de oro siete veces.
Aguayo Damián se despidió de los encordados el 30 de marzo del 2001, perdiendo la cabellera ante Universo 2000 en la función “Juicio Final”, celebrada en su natal Zacatecas.