NUEVA YORK, EUA.- Este 16 de julio, fecha en que se cumplen 50 años del lanzamiento de la primera misión que llevaría al hombre a la Luna, el traje que usó Neil Armstrong en aquel histórico viaje, volvió a la vitrina del Museo del Aire y del Espacio, de donde se retiró en 2006 para someterlo a un proceso de conservación que busca posponer su inevitable desintegración.
Vitrina protectora
El traje de Armstrong se expone en una vitrina a baja temperatura y baja humedad, protegido de toda luz dañina. Maniquíes hechos a medida soportan las fibras, cuyo peso contribuye al desgaste y la deformación.
En aquella época, los ingenieros de la NASA pensaron que habían procedido a una buena elección de materiales, pero apenas podían suponer de qué estaba hecho el suelo lunar.
Resultó finalmente que ese suelo «es mucho más abrasivo que lo que se había previsto», señala Cathleen Lewis, la curadora responsable de los trajes espaciales.
El trabajo de conservación
En una mesa de un taller del Museo del Aire y del Espacio, en los alrededores de Washington, los guantes de Neil Armstrong aparentemente casi intactos, recibieron tratamiento de conservación. Apenas se distingue el polvo lunar que los ensució hace 50 años.
El casco de comunicación de su compañero de equipo Buzz Aldrin luce algo amarillento. El traje espacial de Michael Collins, el tercer astronauta de la misión Apolo 11, está casi inmaculado. Ambos equipos también pasaron por el taller.
La goma de silicona azul que recubre la yema de los dedos de los guantes de Armstrong, el primer hombre en caminar sobre la Luna, comenzó el proceso inevitable -por ahora invisible a simple vista- de descomposición. El interior del traje de Collins sufre la misma suerte.
«Al cabo de 50 años se sabe que el caucho se degrada, se endurece y se rompe», explica Lisa Young, restauradora especializada en objetos espaciales del anexo del Museo Smithsonian de Chantilly.
«Fueron fabricados para una sola utilización: ir a la Luna y volver. En los años 1960 los materiales eran nuevos. El interior en caucho debía durar apenas seis meses, y ya van 50 años». Lisa Young, restauradora
Armstrong y Aldrin pisaron el satélite de la Tierra, el 20 de julio de 1969.