ZACATECAS.- El Teatro Ramón López Velarde de la ciudad de Zacatecas fue la sede donde concluyó la gira de conciertos del Ensamble Escénico Vocal (EEV) del Sistema Nacional de Fomento Musical (SNFM) por tres estados del país; un recorrido en el cual destacó la vinculación entre niños integrantes de los Semilleros creativos de música y este grupo artístico de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México.
La interacción que tuvieron en dos de tres ciudades en actividades previas a sus conciertos sentó el compromiso para continuar esta conectividad con el resto de Semilleros creativos del país.
Pláticas, juegos, exhibiciones corales – escénicas, baile y, por supuesto, escucharse y compartir experiencias alrededor de su pasión por la música, fueron parte de las actividades donde 60 niñas, niños y jóvenes de dos Semilleros creativos de música con sede en Coahuila y San Luis Potosí adscritos al SNFM y al programa nacional Cultura Comunitaria, de la Dirección General de Vinculación Cultural, de la Secretaría de Cultura, sostuvieron con el EEV antes de los conciertos.
¿Cómo se forma un cantante?, ¿qué se necesita para cantar mejor?, ¿cantar también es para niños?, ¿qué se siente cantar y viajar? Fueron algunas de las interrogantes formuladas por 20 niños del Coro Comunitario en Movimiento “Notas del Desierto” con sede en Matamoros, Coahuila, mismas que los 16 integrantes del EEV respondieron aludiendo a sus vivencias y puntos de vista como ejecutantes del canto desde hace ya varios años.
Abel Rangel Sánchez, tenor del EEV –originario de Saltillo, Coahuila–, comentó que espera haber sembrado una semilla en los niños para que puedan impulsar sus habilidades, ya sea en la música o en cualquier otro ámbito donde decidan crecer. “Quise decirles que es posible desarrollar una carrera dentro de la música y romper con todos esos mitos que se tienen alrededor de la profesión de cantante, como: ‘si estudias música te vas a morir de hambre’, ‘no hay posibilidades de desarrollarte’; e incluso de género ‘que solo es para mujeres’ y pues, realmente no es así”.
Dijo haber recordado su niñez y agregó: “canto desde los cinco años y a mí me hubiera gustado que de pequeño me hubieran dicho que no estaba mal que me gustara la música, en que yo soñara con algún día poder dedicarme a esto. Fue un momento muy bonito. Si lo analizo, recibí más de ellos que ellos de mí”.
El recorrido continuó hacia San Luis Potosí y, en la capital del estado, 40 niñas y niños de la Orquesta Sinfónica Comunitaria de La Pila, perteneciente al Sistema de agrupaciones musicales comunitarias de San Luis Potosí “Muvi”, aprovecharon la visita del EEV para resolver sus inquietudes con referencia a la profesión de cantante, los retos que implica, así como la preparación y ejecución de obras de gran complejidad vocal como es la Pequeña misa solemne de G. Rossini, obra que el Ensamble presentó al público coahuilense y potosino.