El próximo 23 de octubre,
el Senado de la República otorgará la Medalla Belisario Domínguez a
Rosario Ibarra de Piedra, la primera candidata
mujer a la presidencia de México.
Su vida política inició en 1975, luego de que su
hijo Jesús Piedra Ibarra fue secuestrado
durante la llamada guerra sucia, en los gobiernos de Gustavo Díaz
Ordaz y Luis Echeverría.
En 1977 fundó el Comité pro Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos, en un intentó más por encontrar a su hijo.
Esta organización fue integrada por padres y familiares de desaparecidos por el Estado en la guerra sucia; también fue llamada ¡Eureka!.
Gracias a la creación de este Comité, hasta el día de hoy se han logrado hallar a 148 personas con vida, aunque son 557 personas las que tienen registradas como desaparecidas desde 1969.
Durante el gobierno de
José López Portillo se creó el Frente Nacional Contra la Represión
(FNCR), integrada por 54 organizaciones, que
logró que algunos desparecidos obtuvieron su libertad.
En 1892, fue la primera vez que consiguió la
candidatura para competir por la presidencia de México, elecciones donde
compitió con el Partido Revolucionario de los Trabajadores.
Luego de la jornada electoral, donde salió
vencedor Miguel de la Madrid, se convirtió en diputada de este partido, y en
1988 obtuvo el registro como candidata y se lanzó una vez más a la presidencia.
En aquella elección, el priista Carlos
Salinas de Gortari fue nombrado titular del
ejecutivo, sin embargo, Rosario Ibarra, Cuauhtémoc Cárdenas y Manuel Clouthier
denunciaran fraude electoral.