SAN
LUIS POTOSI.- Capítulo negro en la historia del futbol mexicano. Ayer por la tarde, el
Estadio Alfonso Lastras fue testigo de una escena de llantos, desesperación,
gritos e incompetencia que se originaron por los actos de violencia entre la
porra del Querétaro y la afición de Atlético de San Luis.
El partido entre ambos equipos fue suspendido de
manera definitiva al minuto 83 con marcador de 2-0 para los Gallos Blancos,
cuyos seguidores lanzaron objetos a aficionados locales e incluso propinaron
una brutal golpiza a una persona que fue sacada del estadio de emergencia en
camilla y ensangrentado.
Por hechos violentos en la zona visitante, se suspende el duelo entre potosinos y gallos. Le han abierto los accesos a la cancha para que se resguarden.
Ganó también la violencia en las gradas
La situación rebasó al operativo de seguridad cuando todavía se disputaba el partido. Desde el inicio del segundo tiempo volaron mondas y encendedores, mientras que durante la gresca incluso fue lanzado un tambo de basura.
Desde el minuto 50 hubo un desalojo en la parte baja de una de las cabeceras, ya que aficionados locales fueron blanco de lo lanzado por la barra queretana que se encontraba arriba de ellos y desde donde volaron pedazos de butacas.
Alrededor
de media hora después, cientos de personas se refugiaron en la cancha, donde
hubo niños llorando, mientras que otras con menos suerte resultaron heridas.
Así sucedió con una persona que fue sometida y
golpeada de manera brutal por varios hombres a la vez, incluso con pisotones en
la cara.