A consecuencia de un mayor
control por parte del gobierno en las finanzas de los grupos de la delincuencia
organizada que operan en varias regiones del país, es posible que durante
el 2020 haya una escalada en la violencia.
El analista político y catedrático de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Eduardo Sadot, señaló que
a las organizaciones delictivas hay que entenderlas como «empresas» quienes al
ver mermada su operatividad buscarán otras vías.
«Aquí va a suceder un fenómeno muy grave
para la sociedad, porque si esas empresas empiezan a perder fuerza los grupos
delictivos que los conforman se van a pulverizar».
Y entonces «vamos a tener un
incremento de los crímenes, robos, asaltos a casa habitación y también de
secuestros y asesinatos porque ya no van a estar trabajando en torno a un solo
grupo».
Al perder capacidad
económica cada uno de ellos, que están acostumbrados a tener un ritmo de vida y
sueldo, si les reducen las ganancias vana buscar compensar esa merma.
«Es algo natural, como cuando se
dice que se combate la delincuencia en un estado de la República pero surge el
efecto cucaracha, los corres de un estado pero van y se refugian en otro estado
y van a cometer delitos a otras plazas», algo que no se ha contemplado.