MORELIA, Michoacán.- La deforestación es uno de los principales
impactos ambientales que generó la expansión del negocio aguacatero, ya
que contribuyó para que, en los últimos 30 años, se perdiera la mitad de
los bosques de Michoacán.
El presidente estatal de la Cámara Nacional
de la Industria Maderera, Roberto Molina Garduño señaló que hace tres décadas
existían al menos tres millones de hectáreas en la entidad, en la actualidad
solo quedan un millón 182 mil hectáreas de superficie de bosque.
De acuerdo con el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) en Michoacán hay 167 mil 745 hectáreas sembradas de aguacate, el 12 por ciento de lo que antes eran bosques.
Por su parte la Secretaría del Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Territorial (Semaccdet) estima que al año se deforestan y registran cambio de uso de suelo entre 60 mil y 80 mil hectáreas de bosque en el estado.
La ley en Michoacán no permite el cambio de uso de suelo de forestal a agrícola, por lo que la mayoría de las huertas de aguacate son ilegales. Los pobladores talan grandes extensiones de bosque y lo queman para después poder sembrar las plantas.
Estas huertas
clandestinas se expanden principalmente en zonas boscosas y reservas naturales,
como la biosfera de la mariposa monarca. El gobierno federal detectó que en la
temporada 2017-2018 el cambio de usos de suelo en dicha región incrementó 42
por ciento.
En marzo de este año, el gobernador Silvano
Aureoles Conejo reconoció que de las cerca 200 mil hectáreas de aguacate
que existen en Michoacán, el 50 por ciento son ilegales.
Tan solo en Morelia, el Ayuntamiento tiene
detectadas 168 huertas ilegales que abarcan mil 400 hectáreas.