Por Alondra Tavera
Integrada en 1889 por un puñado de niños huérfanos y desamparados después de la Guerra de Reforma, la Banda de Música del Gobierno del Estado de Jalisco cumplió sus primeros 130 años de vida.
Su director, el maestro Germán Gutiérrez, refiere que en aquel entonces el país y el estado de Jalisco, en particular, vivían condiciones difíciles: había hambruna, orfandad y pobreza, por lo cual los niños sin hogares fueron acogidos por el Hospicio Cabañas.
Entonces, el maestro Clemente Aguirre tuvo a bien la idea de formar con estos niños la Banda de Música de la Escuela de Artes y Oficios en Guadalajara, ubicada en el recinto que los acogió y donde también se enseñaban algunas otras disciplinas.
La idea de este proyecto era que cuando esos niños alcanzaran la mayoría de edad o la madurez y la experiencia necesarias, fueran integrados en las diferentes agrupaciones musicales que en ese entonces ya existían, particularmente, cuatro bandas de infantería.
Sin embargo, con el paso del tiempo, además de adquirir las habilidades musicales necesarias y la experiencia interpretativa, desarrollaron una gran vocación, por lo cual invitó a algunos músicos pertenecientes a la milicia para tocar junto con los menores, y así se conformó, en 1889, la entonces Banda de la Gendarmería.
Germán reconoce que el ensamble ha sobrevivido históricamente a distintos desafíos que han puesto en apuros a la agrupación; algunos, incluso, la han dejado fuera de los reflectores.
Sus más de 100 años de trayectoria han permitido a la agrupación cosechar momentos de gloria, particularmente en 1905, cuando participó en un certamen en la ciudad de Búfalo, Nueva York, donde compitió con bandas internacionales —italianas, francesas, americanas— y conquistó el primer lugar, refrendando su logro en 1907, en Atlantic City.
El director de la agrupación expresa que desde 1900 las serenatas en la Plaza de Armas se han llevado a cabo de manera ininterrumpida.