Estados Unidos lloraba ayer a las decenas de víctimas de la peor masacre en su historia reciente, mientras las autoridades investigaban qué motivó a un contador jubilado de 64 años a disparar durante nueve minutos contra miles de personas en Las Vegas.
Más allá de diagnósticos, los investigadores quieren entender cómo este estadunidense blanco sin antecedentes criminales terminó con un vasto arsenal, comprado legalmente, con el que abrió fuego el domingo desde una habitación de hotel en el piso 32 contra asistentes de un concierto de música country.
El presidente Donald Trump, por su parte, calificó a Stephen Paddock, autor de la matanza que deja 59 muertos y 527 heridos, de “enfermo” y “loco”, mientras que el comisario de la ciudad, Joseph Lombardo, lo catalogó de “lobo solitario”.
La policía dijo que Paddock rompió la ventana de su habitación en el hotel casino Mandalay Bay, probablemente con un martillo, poco después de las 22:00 horas (locales) del domingo para disparar contra las miles que escuchaban al cantante Jason Aldean.
Dos de las armas se habían modificado para hacerlas totalmente automáticas, según dos funcionarios estadunidenses familiarizados con la investigación.
Paddock rompió dos ventanas de la suite, una en la parte frontal y otra en la esquina, y empezó a disparar.
En varias grabaciones aficionadas se pueden escuchar las ráfagas de disparos mientras la gente gritaba y se resguardaba sin saber de dónde venían las balas.
Vimos gente en el piso, no sabíamos si se habían caído o estaban heridos”, contó uno de los sobrevivientes, Ralph Rodríguez.
Lombardo dijo que hallaron cámaras dentro y fuera del cuarto, posiblemente para advertirlo si se aproximaba la policía. Las cámaras están siendo evaluadas por el FBI.
También se manifestó preocupado por la filtración a la prensa de un video de adentro de la habitación del atacante, en el que se veían armas y municiones en el piso.
Lombardo dijo que están restrean cada pista del historial de Paddock para tratar de entender lo ocurrido.
Fue obviamente premeditado. El hecho de que tuviera todo eso en su habitación muestra planificación. Y estoy seguro de que evaluó cada paso de sus acciones, lo que es preocupante”, indicó Lombardo.
Aunque la policía dijo que no tenía otros sospechosos, Lombardo señaló que los investigadores quieren hablar con la novia del atacante.