- La autora del Árboles petrificados es considerada una de las mejores cuentistas mexicanas
Amparo Dávila (Pinos, Zacatecas, 21 febrero, 1928) no cree en la literatura hecha con sólo imaginación o a base de inteligencia pura, sino en la literatura vivencial, la que comunica la clara sensación de lo conocido, de lo ya vivido, lo que hace que la obra perdure en la memoria y en el sentimiento.
La obra literaria de la autora que cumple nueve décadas de vida, plantea una realidad oculta a través de una mezcla entre lo real y lo fantástico construida sobre la locura, el amor y la muerte, temas que ha desarrollado.
Considerada una de las mejores cuentistas mexicanas de la mitad del siglo XX, Amparo Dávila expresó en un homenaje por sus 80 años que ha vivido el quehacer literario como una parte de sí misma, como una necesidad ineludible de expresión, nunca como una fría y rutinaria profesión, sino como una larga y terca pasión, hacia la cual ha sido una amante inconstante, pero fiel.
Sus primeras obras literarias fueron los poemarios Salmos bajo la luna (1950), Perfil de soledades (1954) y Meditaciones a la orilla del sueño (1954). En el género de cuento destacan los títulos Tiempo destrozado (1959), Música concreta (1964), Muerte en el bosque (1985) y Árboles petrificados (1977), con el que obtuvo el Premio Xavier Villaurrutia.
La autora ha manifestado que nunca se interesado en escribir una novela, sólo crear cuentos y poesía, los cuales exigen mucho rigor. “Disfruto por igual los dos géneros, que siempre brotan en mí por necesidad”.
El crítico literario Emmanuel Carballo (1929-2014) señaló que los cuentos de Amparo Dávila ofrecen una visión del mundo en la que la lógica cede sitio al absurdo, el orden al caos, el tiempo cronológico al tiempo subjetivo, donde la imaginación corre desbordada. “Son relatos vividos y creados con la honradez que les vale la originalidad. Reflejan realidades probables y profundas”.
El nombre de Amparo Dávila está en la lista de zacatecanos ilustres que han hecho invaluables aportaciones a la cultura del país, entre quienes se encuentran Ramón López Velarde, Mauricio Magdaleno, Francisco Goitia, Julio Ruelas, Manuel M. Ponce, Manuel Felguérez y Roberto Cabral del Hoyo.