- El gran reto que México tiene por delante se llama empoderamiento económico de las mujeres, estima el Centro Empresarial, que propone 5 puntos para impulsar una nueva cultura empresarial para la igualdad de oportunidades y la legalidad, que provoque cambios efectivos y alcanzables en la realidad de las mujeres mexicanas y sus familias
La conmemoración del Día Internacional de la Mujer éste 8 de marzo es una oportunidad para reconocer que México no ha logrado para sus mujeres y niñas, la igualdad de oportunidades que demanda el desarrollo del país.
De los poco más de 20 millones de trabajadores asegurados en el IMSS, la participación de la mujer alcanza el 37.6 por ciento, esto es, cerca de 7.6 millones de mujeres. Adicionalmente esta baja participación femenina en el mercado laboral es un problema social, pero fundamentalmente se trata de un problema económico.
La OCDE estima que 60% de las mujeres que trabajan tienen empleos informales, con poca protección social y baja paga; la tasa de embarazo adolescente sigue siendo alta y la cifra de mujeres jóvenes sin empleo, educación, ni capacitación cuadruplica la de los hombres. En todos los grupos de edad, las madres mexicanas tienen menor probabilidad de ser empleadas que las madres en casi todos los países de la OCDE.
Si como país, nos propusiéramos alcanzar una reducción de 50% en la brecha de género respecto a la participación laboral, esta acción generaría $1,100 dólares adicionales al PIB per cápita en 2040. El gran reto que México tiene por delante se llama empoderamiento económico de las mujeres.
Para transformar esta realidad, COPARMEX considera muy necesaria una incidencia efectiva del sector empresarial, que va desde modificar sus políticas de contratación interna, hasta exigir incentivos fiscales al Gobierno Federal y de la Ciudad de México, además de proponer políticas públicas que favorezcan la contratación de mujeres, atendiendo la diversidad de opciones y posibilidades para concretar factores de inclusión y productividad.