- Primer declaratoria federal de Zona de Monumentos firmada por el Lic. Andrés Manuel López Obrador
- El decreto presidencial abarca 20 manzanas, que abarcan 0.331 kilómetros cuadrados, donde hay 31 edificios construidos entre los siglos XVII y XIX; es la primera declaratoria de su tipo en el estado
- Especialistas del INAH elaboraron el expediente que incluyó la identificación de cada uno de los elementos históricos, su descripción, levantamiento arquitectónico y fotográfico
Durante la época prehispánica, Tihosuco, municipio de Felipe Carillo Puerto, en Quintana Roo, fue uno de los cuatro cacicazgos en los que estaba dividido el mundo maya a la llegada de los españoles, más tarde, en el siglo XVII, debido a su pujanza económica, fue asediado por piratas y filibusteros, además de haber sido sede de un conflicto que a la postre desencadenaría en la llamada Guerra de Castas. Un área de esta población fue declarada por decreto presidencial como Zona de Monumentos Históricos.
El gobierno federal, a través de la Secretaría de Cultura (SC) y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), reconoce los valores históricos y arquitectónicos de esa localidad y la importancia de preservar el espacio, sus características propias y las manifestaciones del patrimonio cultural existente para las futuras generaciones, regulando la intervención de los monumentos históricos y su aprovechamiento, siempre en miras de mejorar la calidad de vida y generar oportunidades de desarrollo en la ciudadanía.
Con este decreto, desde el 8 de marzo de 2019, Tihosuco se convierte en la sexagésima zona declarada en la República Mexicana y la primera en el estado de Quintana Roo y la primera declaratoria firmada en la presente administración.
Al principio del conflicto denominado Guerra de Castas, iniciado el 30 de julio de 1847, que devastó la región de los actuales estados de Yucatán, Campeche y Quintana Roo a lo largo de 55 años, Tihosuco fue el sitio donde los criollos se organizaron en contra de los mayas sublevados y fue utilizado como avanzada militar de las tropas yucatecas.
En 1866, ocurrió el sitio de Tihosuco, donde el ejército de Yucatán logró defender el poblado del asedio de los rebeldes, siendo éste el único triunfo de la década.
Como resultado de la Guerra de Castas, Tihosuco quedo abandonado; y la portada y el altar del templo del Santo Niño Jesús quedaron destruidos. Hasta finales de 1928 fue repoblado.