La Academia Mexicana de Ciencias (AMC) inició hoy su LX Año Académico con una ceremonia en la que se dio la bienvenida a 61 miembros nacionales, a seis miembros correspondientes, y se hizo entrega de los Premios Weizmann 2018, los Premios de la Academia a las mejores tesis de doctorado en Ciencias Sociales y Humanidades 2018 y de las Becas para las Mujeres en las Humanidades y las Ciencias Sociales 2019.
En el evento, que se realizó en el auditorio Galileo Galilei, el doctor José Luis Morán López, presidente de la AMC, señaló que esta institución es la organización científica más significativa del país, por la historia y solidez académica de sus miembros, y con una sólida relación con otras organizaciones e instituciones de la vida académica, educativa y política del país.
“La Academia funge como promotora de la incorporación del conocimiento a diversas actividades de la sociedad y es portavoz de la comunidad científica del país. Nuestro propósito es desarrollar acciones conjuntas para contar con un sistema educativo de excelencia, defender un apoyo sostenido a las labores de investigación y formación de recursos humanos y con ello contribuir a mejorar los estándares de vida de la población”, dijo.
El también físico destacó que desde su fundación, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) ha brindado apoyo a la Academia, lo cual ha permitido su operatividad, así como la realización de muchos de los programas y proyectos de la AMC a través de los cuales se benefician cada año a más de un millón de personas.
Así que “es necesario concientizar a toda la sociedad de la importancia que ha tenido la ciencia y sus aplicaciones, principalmente en los últimos 50 años, pero también de que quedan muchos problemas por resolver, y la participación colaborativa de científicos en todas las áreas del conocimiento es imperativa” agregó el presidente de la AMC.
Como parte de su discurso, destacó que la Academia se ha unido al esfuerzo de austeridad del gobierno federal y ha operado, el primer semestre, con menos del 25% del presupuesto del primer semestre de 2018. “Sin embargo, es bien sabido que los países con economías más fuertes invierten cantidades importantes en educación, en investigación científica y sus aplicaciones, y en la innovación. La Academia está dispuesta a apoyar cualquiera de las iniciativas del Conacyt para convencer a los tomadores de decisiones de incrementar el gasto público en esos rubros”.
Finalmente, José Luis Morán, refrendó su compromiso para coadyuvar en la solución de los problemas que aquejan al país, en vista de que “todos queremos un país más justo, equitativo y próspero”.
En su participación, el doctor Adolfo Martínez Palomo, expresidente de la AMC, mencionó que la Academia nos sólo formula buenas intenciones o sesiones conmemorativas como la de esta ocasión, “la Academia ha realizado propuestas de gran relevancia como su participación en la creación del Conacyt y en el establecimiento del Sistema Nacional de Investigadores, su voz, que es la voz de buena parte de los científicos del país, fue, es y debe seguir siendo escuchada”.
“El día de hoy debemos considerar, con toda seriedad, si lo que estamos festejando es el cumpleaños sesenta de una Academia madura y pujante, o si, por el contrario, pronto lamentaremos su desaparición prematura”.
Además, dijo que sin la AMC no habría lo que se celebró en esta ceremonia, dar sentido gremial, reconocimiento a científicos jóvenes, ni introducción a la ciencia de los niños en educación básica, ni iniciación a los estudiantes de bachillerato a la vida real de los laboratorios de investigación, ni participación de niños y jóvenes en competencias científicas nacionales e internacionales, ni apertura al cambiante mundo de la ciencia a través de numerosos convenios de cooperación.
Después, la encargada del Despacho de la Dirección de Investigación Científica Básica del Conacyt, Luz María del Carmen Calvo, dio lectura al discurso de la doctora Elena Álvarez-Buylla Roces, directora general del Conacyt, en el cual señaló que “las diversas academias y sociedades científicas son importantísimas en el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, y son fundamentales en el nuevo Conacyt. Las valiosas aportaciones de su voz autónoma fortalecen el carácter plural y democrático de la política de ciencia pública”.
“La pasión por el saber y el impulso para descubrir nuevas verdades, siempre temporales, comprender mejor a la sociedad, la naturaleza y sus fenómenos, tiene como punto de partida y punto de llegada la búsqueda de un futuro más justo y libre, este es el anhelo del nuevo Conacyt y estoy segura que es lo que mueve también a los colegas a trabajar en la AMC, en los laboratorios, en los centros públicos de investigación, en las universidades, los centros de transferencia de tecnología y en las aulas. Por lo que invito al sector científico, privado y social a unir esfuerzos y crear sinergias colaborativas para encontrar soluciones pertinentes, viables y adecuadas a los contextos locales”, subrayó.