Un hisopo polimérico para la toma de muestras biológicas y un frasco transportador son desarrollados en el Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología (ICAT) de la UNAM.
Se trata de una iniciativa motivada por la necesidad de ofrecer una alternativa de producción nacional de este tipo de insumos, ante la tendencia hacia el desabasto por el gran número de pruebas realizadas a nivel mundial, explicó en entrevista la ingeniera mecánico electricista Celia Sánchez Pérez, corresponsable del desarrollo.
«Pensamos que más que reproducir los hisopos clásicos, teníamos que pensar en un instrumento, en un dispositivo que fuera capaz de recolectar la muestra vía nasofaríngea y orofaríngea, pensando en este protocolo de doble toma de muestra para la detección», detalló la también doctora en ciencias de la ingeniería.
El hisopo, parte de los esfuerzos del grupo de trabajo de la UNAM en materia de insumos e instrumentación, no requiere de algodón o dacron -un tipo de fibra-, pues cuenta con una zona de recolección de muestra en forma de red en la que un líquido se puede mantener fijo por acción de la tensión superficial.
«Las ventajas que tiene el hisopo en sí es que puede ser más flexible que los hisopos clásicos, el que más se utiliza a nivel nacional. (También) tiene un largo un poco mayor a manera de tener una mayor de distancia de seguridad con el paciente», destacó Sánchez.
Aunado a esto, indicó, está diseñado de una forma en la que, al ser introducido en el frasco transportador, se rompa en su interior.
«Nosotros privilegiamos el que el hisopo se rompiera dentro del frasco, que se dejara la parte que lleva la muestra adentro, y el resto se pudiera desechar, por supuesto dentro de los protocolos de desechos de muestras infectocontagiosas», apuntó.
Este desarrollo ha sido realizado desde el confinamiento del propio grupo de trabajo, con reuniones virtuales e intercambio de ideas a distancia, compartió Sánchez, quien tiene su casa las impresoras 3D en las que se han fabricado los prototipos.
Actualmente, señaló, el hisopo y el frasco transportador requieren concretar la fase de pruebas de uso clínico en hospitales.
Una vez sorteado este paso, para luego buscar la certificación de Cofepris y la aprobación del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (Indre), la UNAM podría empezar una producción de hasta 100 hisopos al día para hospitales o centros de salud que lo requieran.