Este domingo 23 de agosto, durante la conferencia vespertina en Palacio Nacional, el subsecretario Hugo López-Gatell informó que subió de 60,254 a 60,480 la cifra de muertes por coronavirus en México. También informó que hay ya 560,164 casos confirmados (ayer se registraron 556,216), de los cuales 41,563 son confirmados activos. Además detalló que existen 80,198 sospechosos acumulados y 383,872 personas recuperadas.
López-Gatell agregó que se han registrado 618,779 casos negativos. «A nivel nacional, 64% de camas de hospitalización general están disponibles y 36% ocupadas. En camas con ventiladores, 69% están disponibles y 31% ocupadas», dijo el subsecretario de Salud.
Por otro lado, ante los más de 60 mil fallecimientos en México por Covid-19, el funcionario federal reiteró que las enfermedades crónicas, desigualdad social y un déficit de servicios de salud han determinado la mortalidad por Covid-19 en México, señalando que es importante tomar en cuenta el contexto, por lo que solo considerar los números como lo hacen los medios de comunicación es un «reduccionismo y de querer encontrar a una visión simplista».
«Respeto la libertad de prensa, pero sí me parece un poco desafortunado que la profundidad del análisis sea tan escasa, y que sea más el fenómeno efectista de una primera plana con el número, o el reduccionismo de querer encontrar solamente en el hoy las causas y los efectos», señaló.
«Es obsceno hablar de satisfacción en medio de una adversidad tan grande», respondió a la pregunta sobre la satisfacción con respecto a la estrategia contra la epidemia. Reiteró que se ha buscado evitar todas las «muertes evitables», «es profundamente insatisfactorio que se muera una persona», ilustrando el aplanamiento de la curva en México, con respecto a países como Estados Unidos y Brasil.
Acentuó también la gran desigualdad en México, así como un déficit en profesionales y servicios de salud. López-Gatell dijo que, además, la poca generación de hospitales, ha privilegiado las zonas urbanas. «El perfil de mortalidad de un país depende mucho de su realidad social, y en ella están implicados 40 años de historia de construcción de la desigualdad. No creo que sería descabellado volver a recordar que también en ese deterioro de los servicios de salud estaba muy presente la corrupción».