“Consorcio Oaxaca” dio a conocer cifras que reflejan una realidad violenta para las niñas oaxaqueñas, pues de un total de 2,235 mujeres víctimas de violencia, 672 son niñas y adolescentes entre 1 y 17 años de edad, es decir, un 30%.
La organización feminista recuerda que en 2011 la Asamblea General de Naciones Unidas estableció el 11 de octubre como el Día Internacional de la Niña con el objetivo de reconocer sus derechos, así como los problemas excepcionales que confrontan en todo el mundo. En ese marco, comparte el subregistro hemerográfico de su Plataforma de Violencia Feminicida en Oaxaca, y destaca que, del total de niñas y adolescentes agredidas del 1 de diciembre del 2016 a la fecha, se observa que:
- El 57% de las desaparecidas en Oaxaca son niñas y adolescentes (477 casos).
- De 536 niñas que están desaparecidas, 89% tienen entre 11 y 17 años de edad.
- 71 niñas sufrieron violencia sexual, 62% por violación y 31% por abuso sexual.
- 26 fueron víctimas de feminicidio, 60% asesinadas por disparo.
Así mismo, los datos reflejan que en las 5 regiones donde la violencia feminicida contra mujeres de 18 años o más ha sido preponderante, se registra 93% (622 casos) del total de agresiones contra niñas y adolescentes: Valles Centrales con 334 casos, Istmo con 83, Mixteca con 73 casos, y Costa y Papaloapan con 66 casos respectivamente. Este año, la pandemia causada por el Covid-19 ha aumentado la violencia infantil con un incremento del 24% a nivel nacional “donde el principal delito del que son víctimas las y los menores es el abuso sexual […] donde ocho de cada diez son mujeres adolescentes” (Excelsior, junio 2020).
De acuerdo con información recuperada en el Informe sobre la situación de las mujeres en el contexto de Covid-19, Consorcio Oaxaca refiere que durante el periodo de contingencia sanitaria el hogar es el lugar más inseguro para las niñas y mujeres en la entidad, de ahí que organismos como la Unicef, señalen que “las consecuencias del Covid-19 en la infancia y adolescencia en México no serán causadas mayormente por la enfermedad en sí; serán más bien secuelas de las medidas necesarias para prevenir el contagio, como la restricción de movimiento, el estrés, la situación económica de las familias, factores que amenazan la protección ante la violencia y el abuso contra la niñez y adolescencia”(Unicef, Mayo 2020).
Asimismo, la organización hace un llamado urgente a las autoridades para garantizar la vida digna de las mujeres y en especial de las niñas y adolescentes, pues a la fecha, no existen políticas públicas integrales para la atención, prevención, sanción y eliminación de la violencia en la entidad. Asimismo exhorta a la sociedad a la cero tolerancia de la violencia contra niñas y adolescentes.