A dos años de gobierno de Claudia Sheinbaum en la Ciudad de México, la situación económica refleja una marcada recesión que si bien resultó agravada por la pandemia de covid-19, ya venía de tiempo atrás.
De acuerdo con Violeta Rodríguez Villar, integrante del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), desde que inició el actual gobierno la capital de la República ha carecido de una estrategia de desarrollo, pues su propuesta se ha limitado a un programa de transporte y movilidad que no es suficiente para impulsar el crecimiento económico y generar empleo, que es lo que al final de cuentas permite una distribución más progresiva del ingreso.
Violeta Rodríguez enfatiza que el gobierno de la ciudad no se ha deslindado de la política económica federal, la cual plantea una austeridad mal entendida. Es bueno combatir la corrupción, pero recortar presupuestos impedirá el crecimiento económico que requiere México. Y eso ha afectado a todas las entidades federativas, añadió la académica.
La secretaria de Administración y Finanzas, Luz Elena González Escobar, informó recientemente que para la Ciudad de México se estima una contracción anual de 7.6% al cierre del año. La Secretaría de Desarrollo Económico ha dado cuenta en sus boletines semanales que para el segundo trimestre del año la actividad económica en la ciudad mostró una disminución de -14.9% con respecto al trimestre anterior y en su comparación anual había una caída de -16.4%.
A ello se suma que los ingresos de la capital disminuyeron 8.9 %, de acuerdo con información proporcionada por el secretario de Desarrollo Económico, Fadlalá Akabani. El mismo servidor público indicó que tan solo en el primer trimestre, las pérdidas económicas alcanzaron 317 mil millones de pesos.
El gobierno de la ciudad reconoció que hasta junio se habían perdido 220 mil empleos. Algunos se han recuperado pero fundamentalmente son del ámbito informal. Sin embargo, la pérdida de empleo había comenzado antes de la pandemia. Según estadísticas del Instituto Mexicano del Seguro Social, en noviembre de 2019 había 3 millones 540 mil trabajadores afiliados y para enero de 2020 eran 3 millones 434 mil, lo cual significó un decremento de 106 mil empleos.
A este respecto, la empresa de capital humano Manpower ha señalado que hasta octubre de este año, la Ciudad de México estaba entre las entidades con mayor decrecimiento de empleos, con 5.3 %, lo que significó 184 mil 509 empleos menos, comparado con el mismo mes del año pasado.
Sin embargo, la economía nacional ya venía con una desaceleración desde el año pasado, recordó Violeta Rodríguez quien señala que en 2019 hubo dos trimestres con crecimiento cero y eso es recesión.
«En estos dos años hay un balance de contrastes. La austeridad ha sido mal entendida porque ha dejado de lado objetivos que desde todos los puntos de vista son prioritarios como, el crecimiento económico.
«No quiere decir que no se deba hacer una distribución progresiva del ingreso, pero eso sólo se puede lograr en el contexto de crecimiento económico. La historia demuestra que cuando no lo hay, la desigualdad aumenta y la distribución del ingreso se vuelve regresiva e injusta. En el caso de este gobierno sí ha querido privilegiar la distribución progresiva de los ingresos, pero no se puede hacer si no hay crecimiento», alerta la economista de la UNAM.
Por su parte José Luis Gallegos, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), consideró que si bien la Ciudad de México es la entidad que contabiliza el mayor Producto Interno Bruto y recursos en cuanto a empresas, universidades y dependencias públicas de orden federal, tiene pocas herramientas para resolver la crisis.
Su avance económico dependerá de cómo se contenga la crisis de la covid19, ya que desde hace años la ciudad le apostó a impulsar el sector servicios, que ha sido el más afectado por la pandemia.
CIUDAD GOLPEADA
De los 220 mil empleos perdidos en la Ciudad de México hasta junio, entre 20 mil y 30 mil pertenecían a la industria de la construcción, dijo Sheinbaum en un foro ante empresarios de dicho ramo.
El panorama para la industria de la construcción sigue siendo poco favorable pues de acuerdo con el boletín semanal del 27 de noviembre de la Dirección General de Desarrollo Económico de la secretaría del ramo, que reporta información de la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras (ENEC), durante septiembre el valor de la producción generado por las empresas del sector registró un aumento de 0.2% en términos reales respecto al mes anterior, con base en cifras desestacionalizadas. El personal ocupado total presentó un incremento de 0.1%, mientras que las horas trabajadas descendieron -0.8%.
En comparación anual, el valor real de la producción de las empresas constructoras mostró una reducción de -25.9 por ciento, el personal ocupado total de -19.8 por ciento y las horas trabajadas retrocedieron -20.9 por ciento.
Por otra parte, de acuerdo con un estudio realizado por la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México, (Canaco CDMX), hasta julio de este año hubo una caída de 64% en los ingresos de establecimientos comerciales, comparado con el mismo periodo del año pasado. Aunque se reanudaron actividades en esos establecimientos a partir de julio, la caída en el tercer trimestre alcanzó el 53%, comparado con el mismo periodo del año pasado.
Aunque se reanudaron actividades en esos establecimientos a partir de julio, la caída en el tercer trimestre alcanzó el 53%, comparado con el mismo periodo del año pasado.
Respecto a micros, pequeñas y medianas empresas, hasta septiembre sumaban 32 mil unidades cerradas. La Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo lo atribuyó entre otras razones al nulo acceso a algún tipo de apoyo gubernamental, a la falta de financiamiento privado o préstamo personal, de incentivos fiscales «y a que el plan de reactivación económica resultó ser insuficiente para mermar las pérdidas de los meses anteriores».
Durante su exposición del Código Fiscal ante diputados, el titular de la Procuraduría Fiscal de la Secretaría de Administración y Finanzas, Edwin Meráz Ángeles, informó el viernes 4 de diciembre que con el fin de incentivar la inversión para 2021, se establecieron diversos beneficios fiscales que se otorgarán a los contribuyentes de la Ciudad de México, como descuentos en el Impuesto sobre Nóminas o Predial para empresas de nueva creación y para las que amplíen su planta laboral, contraten personas con discapacidad, coadyuven a detener el deterioro ambiental, tengan actividades de reciclaje u operen tecnologías para prevenir emisiones contaminantes.
A las pérdidas que ha sufrido la CDMX se suma que el ingreso laboral per cápita real disminuyó 18.8 % entre el tercer trimestre de 2019 y el tercer trimestre de 2020, al pasar de 2 mil 393 pesos a 1 mil 944 pesos constantes, según reportó el Índice Laboral de la Pobreza, elaborado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo (Coneval).
El ingreso laboral per cápita real en el tercer trimestre de 2020 es menor que el registrado en el tercer trimestre de 2014 y en el mismo periodo de 2007, de acuerdo la misma fuente.
La covid-19 vino a agudizar la situación económica de la ciudad, que ya mostraba signos de agotamiento desde antes de la pandemia, afirmó Rodríguez Villar.
«Desde antes ya estaban los signos. Teníamos crecimiento cero durante dos o tres trimestres, estábamos en franca recesión. Con la pandemia hubo una caída significativa del PIB a nivel nacional y se vio reflejada en las entidades federativas.
Puntualizó que en la capital, siendo una de las tres entidades federativas que concentran la mayor parte del PIB, la falta de crecimiento se agravó con la pandemia, pero se ha agravado todavía más con la reducción del gasto público.
«En la mayoría de los países, cuando hay caída del PIB y falta de crecimiento, se implementan programas públicos para impulsar la economía, que son temporales pero evitan que se profundice la recesión».
En el mismo sentido, coincidió Gallegos, quien cree que los signos de agotamiento económico se deben a dos factores.
«Por la política de cerrar permisos de construcción, de edificación. La intención de regularizar lo que consideraba era necesario en materia de construcción limitó el avance de un sector que había sido de los más dinámicos. Hubo afectaciones de empleos y 50 ramas de la actividad económica que dependen de la construcción», explicó.
El segundo factor es que durante la pandemia no hubo un programa de reactivación con acciones de profundidad.
«Los programas de apoyo al sector productivo fueron mínimos. Lo que muestra el Inegi hace un par de días es que la CDMX fue de las más afectadas en el cierre de empresas y en pérdida de empleo. Para dimensionar esto se puede observar que en la Ciudad de México cerró 19.9 por ciento de empresas.
NO PUEDE HABER MEJOR DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO SIN CRECIMIENTO
«El resultado es muy contrastante porque si bien se busca redistribuir el ingreso de manera equitativa, no se puede por la falta de crecimiento y la propia pandemia empeoró la distribución del ingreso. Ello hace que aumente la pobreza. Se extendió la actividad informal y es una problemática que no se ha podido resolver porque no hay una estrategia clara hacia el crecimiento ni programas de largo plazo para el desarrollo.
«La jefa de Gobierno traía un proyecto que ha ido avanzando de manera lenta, que era el proyecto de transporte, pero eso no puede ser un programa de desarrollo. No hay una visión o no se ha hecho evidente en los hechos, una visión clara de desarrollo. No se ha podido avanzar en un proyecto más integral. Hay muchos problemas que no se están resolviendo, por ejemplo, no es claro que se vaya a implementar un proyecto para resolver la informalidad».
Recalcó que en un contexto de alta informalidad no pueden garantizarse los derechos de los trabajadores.
«Antes de la pandemia no se veía que tuvieran algo diferente, más que su programa de transporte y movilidad que era su máxima propuesta y eje rector de gran parte de su política. Y eso no es una estrategia de desarrollo, no es lo único que hay que atender», agregó.
SIN INDUSTRIAS INNOVADORAS
Ante la apuesta de anteriores gobiernos por impulsar los sectores de servicios, la ciudad carece de una política industrial que podría servir en la actualidad a la reactivación de la capital, consideró el director del IDIC.
«Eso incidió en que en materia de empleos se haya perdido el 31 por ciento en la ciudad, como parte de las afectaciones por la covid.
«La pandemia golpeó fuertemente a la economía a la baja. La Ciudad de México hace muchos años renunció a tener una industria de tecnologías modernas y se enfocó sobre todo en servicios. El confinamiento le pegó más al sector servicios, compuesto por turismo, hoteles, restaurantes, comercios e incluso el financiero. A ello se agregó la caída de los medios de información que radican en la ciudad y a la previa crisis de la construcción. Las limitaciones en materia presupuestaria no han permitido generar obras de urbanización, pavimentación, agua drenaje suficientes y no alcanzan a compensar la caída económica».
Con la dependencia de los sectores de servicios, la reactivación dependerá del avance o no de la covid porque como gran parte de los afectados están en el área de servicios y la pandemia limita su operación, mucho va a depender de cómo siga avanzando y qué tanto se puedan controlar los contagios.
«Sí pareciera que la alternativa sería usar a sectores modernos como la industria, pero salvo el proceso de reindustrialización en Vallejo, el resto de las alcaldías no tienen grandes proyectos», concluyó.
LAS ACCIONES DE LA CIUDAD
El secretario de Desarrollo Económico, Fadlalá Akabani informó que a través del Fondo de Desarrollo Social (Fondeso) se otorgó apoyo para microempresas con 50 mil créditos por un monto único de 10 mil pesos, con tasa de interés de cero por ciento y un plazo de pago de dos años.
Además, hubo financiamiento para 800 pequeñas y medianas empresas que en conjunto alcanzó los 1 mil 113 millones de pesos y los créditos podían alcanzar hasta 2.5 millones de pesos. En coordinación con el gobierno federal se inyectó liquidez a micronegocios y personas autoempleadas, y evitando la duplicidad de apoyos, se otorgaron 200 mil créditos por 25 mil pesos.
Se benefició a 600 mil personas decon apoyos económicos en firma de vales repartidos por las alcaldías. El programa, bautizado Mercomuna, alcanzó una cifra de 600 millones de pesos, canjeables en negocios locales.
El 2 de septiembre, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, presentó el Plan de Reactivación Económica de la Ciudad. Con una inversión pública y privada de 142 mil millones de pesos para apoyar la infraestructura educativa, la economía familiar, servicios urbanos, áreas verdes, vivienda, movilidad y salud, tenía la meta de crear 300 mil empleos directos.
Todo parece indicar que, de acuerdo con lo que señalan los entrevistados, no ha sido suficiente.
Con información de La Silla Rota
Marco Antonio Martínez