La inseguridad y la violencia que se desató tras declarase la llamada «guerra al narcotráfico» no solo han causado más de 346 mil muertes violentas en el país, también han propiciado el desplazamiento interno forzado de alrededor de 350 mil mexicanos.
Los desplazamientos se han dado principalmente de estados como Guerrero, Michoacán y Jalisco, entidades donde operan el Cártel Jalisco Nueva Generación, el Cártel del Pacífico, y la Familia Michoacana, de acuerdo con la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH).
Expertos en seguridad pública consultados por Expansión Política, advierten que a pesar de que el desplazamiento forzado ya fue reconocido por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador aún no hay políticas de Estado para atender este fenómeno que se refleja en que millones de mexicanos tengan que dejar sus comunidades de origen a causa de la violencia.
En la Cámara de Diputados se discutió y aprobó la Ley general para prevenir, atender y reparar integralmente el desplazamiento forzado interno que reconoce y garantiza los derechos de las personas desplazadas y establece las obligaciones de los tres ordenes de gobierno para prevenir y atender el problema. Sin embargo, fue turnada a las comisiones unidas de Gobernación y de Estudios Legislativos, segunda, del Senado de la República, donde aún se encuentra en proceso de análisis.
Para la CMDPDH, el desplazamiento forzado es una violación de derechos humanos que se presenta cuando personas se ven obligadas a huir de su lugar de residencia habitual como consecuencia de la violencia generalizada, de un conflicto armado, de violaciones a los derechos humanos, de desastres o de catástrofes provocadas por el ser humano, sin cruzar una frontera internacional.
Óscar Rodríguez Chávez, experto del Colegio de la Frontera Norte y autor del texto “Invisibilidad de la migración y los deplazamientos forzados internos de México en la política migratoria entre México y Estados Unidos”, explica que a partir de que el entonces presidente Felipe Calderón desplegó su estrategia de seguridad en contra del crimen organizado, el desplazamiento interno forzado se ha acentuado.
“A finales de 2006 cuando se da la guerra contra el narcotráfico, hubo un incremento en la violencia derivado de enfrentamientos entre criminales y fuerzas armadas y eso propició mayor violencia, incremento de homicidios, o extorsiones, y esta violencia generó el desplazamiento forazado de algunas comunidades”, explica en entrevista.
De acuerdo con la Comisión, los estados que más víctimas de desplazamiento forzado interno tienen, son:
- Chiapas.
- Guerrero.
- Sinaloa.
- Oaxaca.
- Michoacán.
- Chihuahua.
- Durango.
- Zacatecas.
- Coahuila.
En estos estados operan grupos del crimen organizado como: Cartel Jalisco Nueva Generación, La familia, Los Viagra, Los Beltrán Leyva, El Cártel del Pacífico, Guerreros Unidos y el Cártel del Noreste.
En algunas entidades como Michoacán, en las últimas semanas se registraron episodios de violencia entre el Cártel Jalisco Nueva Generación y Cárteles Unidos en regiones de Tierra Caliente y Tepalcatepec.
En Zacatecas, pueblos enteros también han sido desplazados por la violencia que genera la disputa del territorio entre el Cártel de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación.
Sin políticas públicas para atender el problema
De enero a agosto de este año, la CMDPDH reporta que 11,561 mexicanos tuvieron que desplazarse de sus comunidades de origen.
“La CMDPDH estima que entre 2009 y 2020 hubo 357 mil desplazados por conflictos y violencia. Entre 2020 y 2021, estiman 37 mil desplazados en México”, dice Rodríguez Chávez.
Carlos Rubio, consultor especializado en seguridad pública y riesgo político en Integralia, asegura que si bien hay estados como Michoacán, Chihuahua, Tamaulipas, Guanajuato y Zacatecas en donde parte de su población se ha visto obligada a dejar sus comunidades de origen ante el clima de violencia.
“El gobierno federal no le está dando mucha atención a este fenómeno. Hasta hace unos años, la CNDH había dado visibilidad a este tipo de temas que pasan desapercibidos a la agenda como desaparición forzosa, desplazamiento forzoso, pero ahora estos casos no se están destacando porque la CNDH no está teniendo el mismo papel”, advierte.
Varios de esos mexicanos que han dejado sus comunidades de origen se han desplazado hacia estados fronterizos y posteriormente han buscado llegar a Estados Unidos. En albergues del norte del país es bastante común ver a centroamericanos, mezclados con mexicanos mientras esperan la mejor oportunidad de cruzar la frontera que divide a México de Estados Unidos.
De las más de 1.7 millones de detenciones que han hecho las autoridades migratorias de Estados Unidos de octubre de 2020 a septiembre de 2021 (año fiscal), el 37% han sido a migrantes mexicanos.
Con información de Expansión Política