Las agresiones contra periodistas no solo se arrecian en el terreno de la violencia, sino también desde el púlpito presidencial.
“En una época de engaño universal, decir la verdad es un acto revolucionario”
George Owell
Esta vez, no fueron padres de familia, estudiantes o profesores, u otro grupo social que demandó justicia o atención a sus demandas y necesidades, esta vez fueron los encargados informar los hechos, del día a día: los periodistas.
Como no se había visto en varios años, periodistas de distintos estados y sus capitales salieron a las calles con cámara y micrófono en mano para exigir justicia por los recientes asesinatos ocurridos en menos de un mes de este 2022: Margarito Martínez y Lourdes Maldonado en Tijuana; así como Luis Gamboa en Veracruz, quienes perdieron la vida en los 23 primeros días de este año. El respaldo del gremio fue impresionante que retumbó en todo el país, lo cual comprueba el enojo y desesperación que hay en este sector como en el resto de la sociedad. La ola de violencia esta incontrolable.
Si bien es cierto que los asesinatos contra periodistas no son exclusivos de los tiempos actuales, desde que comenzó el siglo se han ultimado a 148 comunicadores, según datos de la organización Artículo 19, en la que el sexenio con más casos fue el de Felipe Calderón, con 48.
La Cuarta Transformación repite hasta el cansancio que “ahora sí las cosas van a cambiar”, la situación ha dado un giro abrumador al ser este sexenio el que más cuotas de sangre de comunicadores ha cobrado, pues hace unos días la Secretaría de Gobernación, dio a conocer la alarmante cifra de 52 periodistas asesinados de diciembre de 2018 hasta enero de 2022. Estos datos son oficiales y corresponden al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. Habrá que preguntarse ¿dirá que son mentiras y que él tiene otros datos?
Y es que en menos de tres años, las agresiones contra periodistas no solo se arrecian en el terreno de la violencia, sino también desde el púlpito presidencial, lo que envalentona a autoridades estatales y municipales del partido Morena para atentar contra los comunicadores, pues son en esos dos terrenos donde más muertes se han registrado.
Esa obsesión claramente externada por el presidente López Obrador de “están con la Cuarta Transformación o están en contra”, busca regresar a ese periodismo del priísmo que tanto crítica, en donde no se cuestionaban las decisiones políticas y se obligaba únicamente a ser repetidores de noticias. De lo contrario, todo periodista o medio de comunicación, puede ser señalado desde la mañanera por el propio presidente o en una sección especial (Quién es quién en las mentiras), denunciando en cadena nacional contra qué comunicadores arremeter. Periodistas a modo a como dé lugar.
¿Luego entonces por qué tanto coraje contra los comunicadores por un presidente que prometió hacer el cambio? Pues una de las posibles respuestas es que los medios, cabe destacar que los independientes principalmente, han desmentido esos cantos de sirena de la 4T, eso de que primero los pobres, que no más corrupción, etc, son mentiras. Y es que a diario la pobreza crece, el desempleo eleva sus niveles, la inseguridad y violencia desangran al país. Más de lo de siempre y multiplicado por dos.
Cabe recordar que los atentados oficiales no quedan en los dichos del presidente y en su sección, sino que también se van al terreno de los hechos con la reducción del presupuesto para el programa de Mecanismo de Protección a Periodistas que con los años ha adquirido más demanda pues hasta el momento cerca de 1500 periodistas se encuentran en él.
El caso de Lourdes Maldonado, Margarito Martínez y Luis Gamboa son el ejemplo también de que el esclarecimiento de su muerte pasará lamentablemente a la lista de casos sin resolver, pues el mismo gobierno reconoce que 9 de cada 10 asesinatos contra periodistas quedan impunes, lo que también nos pone en el horroroso primer lugar para ejercer el oficio a nivel mundial.
En un México en el que los periodistas a diario luchan contra las amenazas, intimidaciones, muertes no es un país en donde la libertad de expresión se respete como tanto se presume. Los periodistas son al igual que el resto de los sectores agredidos por Morena, un síntoma que tarde que temprano estallará y ahí si será “o estás con la gente o estás en contra de ella”.