El Fondo Monetario Internacional recortará “sustancialmente” sus perspectivas de crecimiento económico mundial en su próxima actualización, mientras los responsables de finanzas se enfrentan a una lista cada vez más reducida de opciones para hacer frente a los riesgos que empeoran.
El aumento de los precios de los alimentos y la energía, la ralentización de los flujos de capital hacia los mercados emergentes, la pandemia en curso y la ralentización de China hacen que todo sea “mucho más difícil” para los responsables de las políticas, dijo Ceyla Pazarbasioglu, directora de estrategia, política y revisión del FMI, en un panel celebrado el domingo en Bali, Indonesia. “Es un choque tras otro que realmente está golpeando a la economía mundial”.
La funcionaria habló después de que los ministros de Economía y Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales del Grupo de los 20 concluyeran su reunión del sábado sin llegar a un comunicado, lo que subraya la dificultad de coordinar una respuesta mundial a la creciente inflación y los temores de recesión.
En su informe de abril, el FMI ya rebajó sus perspectivas de expansión mundial para este año al 3.6%, desde el 4.4% anterior a la guerra de Ucrania. En una revisión prevista para este mes, “rebajaremos sustancialmente nuestras previsiones”, dijo Pazarbasioglu.
A los banqueros centrales de todo el mundo les resulta difícil encontrar la respuesta adecuada a las subidas de precios impulsadas por problemas de oferta.
“El camino hacia un aterrizaje suave se está estrechando; creemos que todavía es un camino factible, pero ciertamente no es muy fácil”, dijo Hyun Song Shin, jefe de investigación del Banco de Pagos Internacionales, en el mismo panel. “Cuando los bancos centrales adoptan la política monetaria de forma rápida y decisiva y tienen una respuesta frontal a la inflación, eso es más propicio para un aterrizaje suave”.
El Banco de Indonesia, como país anfitrión de la reunión del G-20, se ha convertido en un caso atípico al mantener su tipo de interés oficial en un mínimo histórico. Su gobernador, Perry Warjiyo, ha defendido este punto de vista, afirmando que endurecerlo demasiado pronto podría sumir al país, recién salido de una recesión provocada por una pandemia, en una estanflación.