Como es usual en la política internacional, no se conoce explícitamente el contenido de lo que hablarán en su próxima reunión el presidente estadounidense Joseph Biden y el anfitrión mexicano Andrés Manuel López Obrador, en lo que han llamado Cumbre de Líderes de Norteamérica y que incluye también al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau. Lo que se tiene son engañosas y superficiales versiones oficiales, trascendidos y, en algunos mexicanos, la preocupación de que todo derive una vez más en un sometimiento mayor de nuestro país a los planes e intereses del todavía poderoso vecino del Norte, empecinado en mantenerse como potencia dominante y expandir a toda costa su modelo económico e ideológico generador de riqueza en pocas manos y pobreza, enfermedad, guerras y adicciones en la mayoría.
Varios han dicho que hablarán de la crisis provocada por el consumo desbocado en EE. UU. de fentanilo y otras drogas que entran por México, lo que ya arroja un saldo fúnebre de más de 100 mil muertes anuales de estadounidenses por sobredosis, y millones de adictos que consumen cantidades industriales de drogas, lícitas e ilícitas, lo que es un asunto explosivo para la administración del actual presidente de aquel país.
El problema es verdaderamente espantoso y retrata las contradicciones de una sociedad que busca presentarse como modelo al mundo, tiene acumulados en pocas manos recursos de sobra, pero no puede garantizar la vida de millones de estadounidenses. Si se tratara de otro país adversario de los EE. UU. ya se hubiera provocado un verdadero escándalo mundial de pronunciamientos, investigaciones internacionales, series de televisión, etcétera. Un medio internacional reporta: “Agentes antidrogas federales en Estados Unidos informaron haber incautado suficiente fentanilo en 2022 como para matar a todos los estadounidenses. La DEA describió la sustancia altamente adictiva, que es 50 veces más poderosa que la heroína, como la amenaza de drogas más letal que enfrenta el país. La agencia añadió que la mayor parte del fentanilo se trafica a EE.UU. desde México”. bbc.com, diciembre 2022.
Visto así el asunto, pareciera que todo se reduce a cerrar las compuertas por donde se cuelan los envíos de los narcotraficantes mexicanos, detener algunos capos en su país de orígen, llevarlos para que reciban su castigo ante la justicia norteamericana… y asunto arreglado, desaparecerá el mal que contagia a millones de norteamericanos. En esa maniobra que oculta el fondo del asunto, tendría sentido que “casualmente” el Gobierno de México haya detenido, en un operativo que causó 29 muertes, a un célebre narcotraficante a unos días de la visita de Biden, pues eso es música para los oídos de los electores del partido que actualmente gobierna en EE.UU. Por su parte, con la mencionada detención, López Obrador se desmarca de las acusaciones de cercanía y protección a narcotraficantes, traducida en la tonta frase de “abrazos, no balazos” y en las visitas frecuentes a cierta zona de Sinaloa. También AMLO le sacará raja electoral al sangriento episodio.
Pero eso no acabará ni disminuirá un problema que tiene raíces muy hondas en el sistema de acumulación de riqueza privada en unos cuantos a costa de lo que sea, incluida la vida de las personas y que es responsable también de aumentar los sentimientos de soledad, tristeza, ira y desesperanza que están anidando en las nuevas generaciones que contemplan un mundo del que quieren escapar por una puerta que da a un infierno de adicción y muerte. Sólo servirá para que el presidente visitante pueda pregonar en su país que se está combatiendo a quienes envenenan de fuera a los estadounidenses, prácticamente sin tocar la poderosa estructura que opera y prospera con la debida protección al interior de los EE. UU. y que permite la distribución de millones de dosis de drogas, legales e ilegales, y genera cuantiosas fortunas.
Sobre las drogas legales y los fabulosos negocios atrás de ellas, “los líderes políticos han fallado. Las farmacéuticas invierten 8 veces más en lobbies (cabilderos que defienden sus intereses) de Washington que la industria de las armas. Miles y miles de dólares de dinero para comprar influencia”, sostiene Patrick Radden Keffe, autor del libro “El imperio del dolor”, sobre el incremento de la adicción a las drogas promovida mediante la industria farmacéutica que, según el autor, es “una industria peligrosa que se mueve por el dinero, no por altruismo. Esto es lo que ha ocurrido con las vacunas del covid: son increíbles y efectivas si se vacuna la gente suficiente. Esto es un problema en mi país. Aun así, cuando se les pidió a las farmacéuticas que liberaran las patentes para que sitios como la India o África pudieran producir versiones de estas vacunas sin pagarles, dijeron que no. Para mí, ese es un buen ejemplo de que la pureza y el beneficio común no es el principal motor que les mueve”. elconfidencial.com, septiembre 2021.
Tampoco creo que sea tema candente de la reunión presencial la política migratoria entre ambos países. Ese asunto está saldado desde que llegó López Obrador a la silla presidencial y México seguirá cumpliendo su papel de barrera de migrantes en nuestra frontera sur y de receptor de los miles que sean expulsados de Estados Unidos. No hay ni la autonomía económica en México ni la estatura de estadista en AMLO para que logre modificar en alguna medida ese deshonroso papel.
En cambio, es altamente probable que ocupe un lugar central, en la agenda que abordarán cara a cara, la posición de México en la situación geopolítica del mundo, en la que Estados Unidos ha ubicado como su principal contendiente a China, a quien ya ha empezado a bloquear económicamente y se habla del retiro paulatino de inversionistas que hicieron grandes fortunas en aquel país pero que serán reubicados a zonas donde sigan haciendo negocio pero cuya salida de China provoque daños en aquel país. Una de esas regiones que son probables receptoras de inversiones reubicadas desde China es México, por su cercanía a Estados Unidos y sus bajos salarios. No hay duda que la posición de AMLO es favorable a dicha política. Se ha negado a firmar acuerdos comerciales de gran calado con China y otros países de Asia, lo que atenuaría la gran dependencia de nuestro país respecto a nuestro vecino del norte y ha hecho declaraciones que hablan claramente de su plan de aumentar la integración y la dependencia nuestra: “¿Por qué producir en Asia lo que podemos producir en América del Norte y en todo el continente? De ahí el plan que estoy proponiendo de sustitución de importaciones. Es muy importante porque los estadunidenses no tenían la actitud de ahora. A ellos no les gustaba el crecimiento de China, pero no les preocupaba; y ahora no, ahora siento que ya están más aplicados y ya está el tema en inversionistas de Estados Unidos y en el mismo gobierno de Estados Unidos, ya hay condiciones que no habían antes”, dijo en diciembre de 2022. Así pues, en lo que le resta de gestión, López Obrador seguirá con su política internacional verbalmente contestataria y de izquierda, pero en los hechos enchufada a los intereses y la política estadounidense. Lo que veremos los próximos días será otro episodio más de sometimiento disfrazado de soberanía.