“Durante los primeros 1000 días de vida una adecuada nutrición es uno de los pilares primordiales para el crecimiento y desarrollo sano del ser humano[i]. Por eso, los papás deben prestar especial atención para que sus bebés reciban los nutrientes suficientes durante esta etapa. La vitamina C (ácido ascórbico), por ejemplo, es necesaria para el crecimiento y desarrollo sano, pues tiene un rol fundamental para el crecimiento y reparación de tejidos en todas las partes del cuerpo, al tiempo que ayuda a absorber el hierro, cuya deficiencia causa anemia[ii],[iii]” e impacta de forma negativa en el crecimiento y neurodesarrollo[iv], afirmó la doctora Monserrat Díaz Zafe, Pediatra experta en Nutrigenómica y Nutrición Pediátrica por el Instituto de Nutrigenómica de España y la Universidad de Boston.
“Además, diversos estudios demuestran que la vitamina C contribuye al buen funcionamiento del sistema inmune, protegiendo al cuerpo contra enfermedades[v],[vi],[vii] y ayudando a su recuperación, como sucede con el refriado común;[viii] que es uno de los padecimientos más frecuentes en niños menores de cinco años y su incidencia aumenta cuando ingresan a guarderías o programas de educación preescolar[ix],” indicó la pediatra.
La leche materna suele cubrir las necesidades de ácido ascórbido al igual que otras vitaminas y minerales durante los primeros meses de vida; sin embargo, en ocasiones se presentan circunstancias que impiden al bebé obtener este beneficio, por ejemplo, cuando la mujer no lleva una dieta adecuada o tiene algún trastorno relacionado con la alimentación como anemia o anorexia”, detalló la experta.
Entre los 4½ y los 6 meses[x] el bebé inicará la introducción de nuevos alimentos y poco se progresarán las texturas a medida que desarrolle el correcto proceso de masticación hasta integrar alimentos sólidos a su dieta.[xi] Entonces, los pequeños de 7 a 12 meses necesitan 50 mg/día de vitamina C, y de 1 a 3 años, 15 mg/día.[xii] Y si bien diversas frutas y vegetales ofrecen un apote óptimo de vitamina C –por ejemplo, naranjas, toronjas, kiwi, sandía, mango, brócoli, coles de Bruselas, coliflor y pimientos[xiii]–, sin embargo las cantidades de ácido ascórbido en la dieta diaria de estos pequeños suelen ser insuficientes para cubrir los requerimientos diarios recomendados.
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2016 revela que
casi 1.5 millones de niños menores de 5 años presentan desnutrición crónica,
entre otras deficiencias en la alimentación[xiv].
La anemia y la deficiencia de micronutrimentos han sido denominados “hambre
oculta”, dado que sus manifestaciones, especialmente en los casos leves y
moderados (los más comunes en México), no son evidentes a simple vista, lo
que contribuye a convertir en “invisibles” estas deficiencias.[xv]
“En estos casos, y cuando hay un requerimiento extra de vitamina C por alguna
cuestión específica de salud, es recomendable administrar un suplemento que
permita al pequeño contar con los niveles óptimos del mismo. El nuevo Redoxon
Gotas es una buena opción para lograrlo, ya que en esta presentación es de
fácil administración. Además, su sabor caramelo favorece su administración”, enfatizó el Dr. Mundo.