Al encabezar el mitin donde se firmó el Acuerdo Político de Unidad por la Prosperidad del Pueblo y el Renacimiento de México, Andrés Manuel López Obrador demandó al gobierno de Estados Unidos no interferir en el proceso electoral mexicano y respetarlo así como en su momento se hizo con la elección estadunidense.
Al mismo tiempo censuró que la esposa del ex presidente Felipe Calderón, Margarita Zavala, haya acudido a reunirse con políticos estadunidenses para alertar sobre un presunto riesgo de la llegada de la izquierda al gobierno federal.
Ante miles de simpatizantes reunidos en torno al Monumento a la Revolución, López Obrador señaló que su proyecto de transformación del país no se sustenta solamente en la inversión pública para detonar la economía sino que involucrará necesariamente la participación de la iniciativa privada como otra palanca fundamental para el desarrollo.
Dijo que se involucrará al sector social para detonar el crecimiento económico que requiere el país para salir de la marginación y la pobreza.
Durante su discurso ante militantes de Morena pero también ex miembros connotados del Partido de la Revolución Democrática, como el senador Miguel Barbosa o el ex dirigente nacional perredista Pablo Gómez, Obrador dijo ser respetuoso de las fuerzas armadas pues consideró que en el ejército participa el pueblo uniformado pero, subrayó, en su concepción no basta la fuerza pública para contener los niveles de violencia e inseguridad.
Tras insistir en su respeto hacia los militares, Obrador dijo que la gran diferencia con el gobierno que él encabezaría es que nunca instruiría al ejército a reprimir al pueblo.
Durante el evento firmaron el acuerdo político los ex senadores que salieron de la bancada del PRD recientemente, dirigentes priístas delegacionales, ex delegados panistas en la Ciudad de México y militantes de partidos como Movimiento Ciudadano e incluso uno del Partido Verde.
López Obrador subrayó que uno de los principales objetivos que buscará alcanzar este proyecto de nación es revertir el desempleo y la falta de oportunidades en las escuelas de 2.6 millones de jóvenes.
Aseveró que ya tienen realizado el cálculo y se requiere una inversión de 110 mil millones de pesos para impulsar programas que reviertan el desempleo y la ausencia de oferta educativa en ese sector.
“Podrán decirnos que es demasiado, pero si se considera que por la vía de la corrupción se ejercen ilícitamente 500 mil millones de pesos que se va a ahorrar un gobierno honesto, hasta van a sobrar recursos para otros proyectos”.
Al abundar sobre la injerencia del gobierno estadunidense en el proceso electoral mexicano, López Obrador expresó su deseo de que exista una rectificación porque en el proyecto de izquierda se pretende una relación de respeto y amistad con el país del norte y no de confrontación.
Destacó que se buscará una relación fincada en la cooperación para el desarrollo, primero al convencerlos de que no es con la construcción de muros ni con la militarización de la frontera como se puede enfrentar el problema migratoria ni la inseguridad y violencia.
Consideró que los mexicanos que migran hacia Estados Unidos no lo hacen por gusto sino por necesidad por lo que merecen respeto. Explicó que en un gobierno de izquierda, los 50 consulados que se encuentran en Estados Unidos se transformarían en procuradurías de defensa de migrantes.
Subrayó que se pretende detonar una economía, que estimó, crecería al 4 por ciento –el doble de lo que ha sucedido en 30 años de gobiernos neoliberales– se disuadiría a los mexicanos de buscar alternativas fuera del país pues encontrarían empleo en su país, con su cultura y con su familia.