*Exigen al gobierno de Francisco Vega de la Madrid justicia ante feroz agresión perpetuada la madrugada del sábado.
*Mañana dirigentes nacionales de Antorcha ofrecerán una rueda de prensa en Mexicali para denunciar este atropello.
Tijuana, BC.- En la colonia Unión Antorchista, blanco de un ataque por parte de un grupo armado la madrugada del pasado sábado que cobró la vida del joven José Corrales Almejo, familiares de la víctima están a la espera de que les sea entregado el cuerpo para que sea velado y trasladado sus restos mortales a su natal Nayarit.
De 25 años de edad, José Corrales se dedicaba a los trabajos de plomería y electricidad, en general a las actividades de construcción, con cuyos modestos ingresos mantenía a su esposa y a sus dos pequeños, un niño de 8 años y una pequeña de apenas 5 meses, hoy huérfanos.
La madrugada del sábado 29 de abril, José Corrales fue herido por un disparo tras la agresión de al menos 100 vándalos en contra de habitantes de este predio ubicado en el Polígono 6 del Ejido Ojo de Agua, lo que dejó como saldo decenas de casas incendiadas y al menos 16 vehículos destruidos.
Bajo el amparo de la oscuridad, el grupo armado arremetió en contra de los ocupantes de las precarias viviendas de madera y cartón. José Corrales Almejo recibió un disparo en el abdomen al intentar sustraerse de la agresión del grupo violento, al igual que otros lugareños que hicieron frente a la agresión ante la tardanza de las autoridades policiales para auxiliar a la población.
“Su hermano mellizo y la familia viven un profundo dolor. José era un hombre trabajador, él estuvo siempre al frente, en el día iba a trabajar y en la noche apoyaba con las guardias para proteger a todas las familias de los robos y los asaltos”, afirmó Verónica Armenta Bojórquez, representante antorchista en la zona.
José Corrales y su esposa vivían en una de las 247 casas que comenzaban a levantarse en la tercera sección del ejido Ojo de Agua, la mayoría de ellas fueron dañadas tras la violenta agresión de los vándalos alcoholizados y drogados.
Desde hace dos meses, la dirigencia antorchista -que representa a los vecinos- y autoridades lograron un acuerdo para el proceso de regularización por parte de Comisión Reguladora de la Tenencia de la Tierra (CORETT), ahora Instituto Nacional del Suelo Sustentable (INSUS). Paradójicamente este martes estaba programada una reunión y un recorrido entre el Comisariado Ejidal y las autoridades para realizar los planes urbanos correspondientes, motivo de expectación entre las familias de obreros, albañiles, comerciantes de la zona este de Tijuana.
“Los hombres armados destruyeron todo lo que se encontraban, quemaron casas, rompieron con bates las puertas; los vehículos calcinados, a otros carros les cortaron los cables para que nadie saliera de la colonia” indicó Juan Manuel Madrigal Camacho, de 58 años, vendedor ambulante, quien presenta un brazo lesionado.
Los vecinos señalan que las agresiones escalaron tras la llegada de Juana Rodríguez García, quien se presentó en una ocasión al predio para amenazar e intimidar a los colonos argumentado la propiedad del predio baldío perteneciente el Ejido Ojo de Agua, convertido prácticamente en un basurero antes de la llegada de los colonos. En videos que constan en poder de los hoy agredidos, Rodríguez García amenaza a los residentes con el uso de la violencia así como la utilización de maquinaria pesada para desalojarlos.
Explican que por lo menos en dos ocasiones se presentaron grupos de jóvenes para lanzar disparos al aire y piedras en contra de las precarias viviendas.
Para la madrugada del sábado, los afectados señalan que los vándalos llegaron por el acceso principal de la colonia a bordo de un autobús de pasajeros, con chalecos de trabajo y cascos amarillos.
“Se bajan del autobús y empiezan a golpear todo lo que encuentran con bates y varillas; mientras la gente que estaba en las casas tratan de sacar a sus niños y salieron corriendo, ya de repente empiezan a rociar con gasolina y a quemar las casitas” refiere don José de Jesús Romero Ramos, de 36 años, ex obrero en una fábrica que presenta diversos golpes en la cabeza y también una lesión en la mano tras recibir un “varillazo”.
Por la parte trasera del asentamiento, un retroexcavadora comenzó a demoler las precarias viviendas generando la reacción defensiva de los lugareños, quienes se encontraban durmiendo y la magnitud del ataque los tomó por sorpresa.
Se espera que el día de mañana, una comisión del Comité Ejecutivo del Movimiento Antorchista, organización que respalda a los afectados, brinde una rueda de prensa para exigir a las autoridades estatales el castigo contra los autores materiales e intelectuales de esta brutal agresión en contra de familias humildes de Tijuana.