*El investigador conoce la gestión universitaria desde sus adentros, afirmó el Rector General.
*Emilio Martínez de Velasco y Arellano recibió el nombramiento de Profesor Distinguido de la UAM
El desarrollo vertiginoso de las nuevas tecnologías ha cambiado los procesos de enseñanza-aprendizaje del diseño, así como el papel que el docente desempeña, destacó el doctor Emilio Martínez de Velasco y Arellano durante la ceremonia en la que fue investido como Profesor Distinguido de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
En el acto –presidido por el doctor Salvador Vega y León, rector general de la Casa abierta al tiempo, acompañado del maestro Norberto Manjarrez Álvarez, secretario general– el investigador de la Unidad Azcapotzalco afirmó que corresponde a los académicos la tarea de conducir a los alumnos en la búsqueda de la información que ofrece Internet.
El doctor Vega y León resaltó la trayectoria del galardonado por su ocupación constante durante cinco décadas al brindar mejores planes y programas de estudio; su visión de integrar la práctica a la enseñanza del diseño industrial; la ardua labor editorial, y la indiscutible contribución al progreso institucional.
Con la experiencia de haber sido coordinador de la Licenciatura en Diseño Industrial y jefe del Departamento de Procesos y Técnicas de Realización, así como coordinador de docencia y director de la División de Ciencias y Artes para el Diseño (CyAD), el doctor Martínez de Velasco y Arellano “conoce la gestión universitaria desde sus adentros”.
Muchas de sus decisiones en esos frentes y en momentos clave de la evolución de esta última instancia académica abonaron al prestigio que ostenta la UAM, sostuvo el Rector General ante autoridades y miembros de las unidades universitarias y familiares y amigos del homenajeado.
Posgraduado de la Escuela de Arte y Diseño de Londres, el Profesor Distinguido participó en el equipo que levantó –literalmente desde sus cimientos– la Licenciatura y configuró gran parte del acervo académico divisional.
Responsable, junto con otros docentes, de la proyección, la planeación y la operación de los talleres divisionales es reconocido como un artífice del enriquecimiento que brinda esta Licenciatura, al incluir nociones de la práctica y la experimentación como elementos básicos de la enseñanza, aunque una mención especial merece su participación en el establecimiento –por primera vez en México– de los estudios de la disciplina en los niveles de Especialización, Maestría y Doctorado, afirmó el doctor Vega y León.
China impulsa un proyecto para crear mil escuelas sobre la materia con al menos mil alumnos en cada una, debido a que ha entendido la función “estratégica del diseño para el desarrollo de la nación”, pues con el fin de disponer de tecnología, industria o mano de obra calificada es fundamental contar con profesionales que produzcan prototipos de calidad e impacto mundial que transformen un país de maquilador a líder, apuntó el doctor Aníbal Figueroa Castrejón.
Con el nombramiento del doctor Martínez de Velasco y Arellano se reconoce la importancia del diseño, que no es una actividad estética, pues agrega valor a los artículos y está presente en todas las esferas, desde la planificación de ciudades hasta la proyección de software, expresó el director de la División de CyAD.
El doctor Romualdo López Zárate, rector de la Unidad Azcapotzalco, puntualizó la relevancia de que sean los propios colegas quienes propongan a aquellos merecedores de un galardón de esta envergadura y dijo que “todos reconocen en el homenajeado al docente que debe ser emulado, porque es un ejemplo”.
En entrevista, el Profesor Distinguido –título otorgado por el Colegio Académico en la sesión 405– señaló que “de nada sirve hacer objetos, producciones gráficas o arquitectónicas que no tomen en cuenta las exigencias de la sociedad”, en virtud de que lo más notable es crear elementos útiles a la gente.
La gran aportación es identificar primero la necesidad del usuario y, con base en ello, generar un bien nuevo, por lo que el campo del diseño industrial es amplio y está relacionado con la elaboración de obras para el hogar: salas, comedores o línea blanca –considerando el tipo de vivienda, las dimensiones ergonómicas y el gusto y el poder adquisitivo de los consumidores– así como otras idóneas para la educación, la salud, el transporte y el mobiliario urbano.
En todas esas áreas el experto no participa solo, ya que “el trabajo interdisciplinar es esencial”, pues involucra de manera significativa a ingenieros, arquitectos, sociólogos y mercadólogos, sostuvo el investigador del Departamento de Procesos y Técnicas de Realización de la Unidad Azcapotzalco de esta casa de estudios.
Un rasgo característico de la enseñanza de la especialidad en la UAM es que “tratamos de que el profesional aprenda a detectar requerimientos y no sólo a resolverlos”, como ocurre en otras instituciones, pues la entrevista al usuario y la detección de las dificultades antes de proponer una solución son algunas de las contribuciones más sustantivas de la didáctica institucional.
En un país donde la mayoría de la población es de escasos recursos, “siempre habrá algo con que podamos ayudar a remediar”, por lo que la universidad procura que los egresados que vayan a un pueblo o una comunidad específicos identifiquen los rubros en los que puedan aportar aplicando los conocimientos adquiridos.
Los grandes mercados fabrican piezas con una demanda incluso internacional, pero las necesidades sociales en localidades pequeñas no están bien consideradas, “por lo que desarrollamos proyectos de herramientas para labranza, calefactores solares, cerámica o utensilios para el hogar”.
Martínez de Velasco y Arellano recordó que en 1982 llegó la primera computadora personal a CyAD “y sólo unos pocos profesores sabían para qué servía”, pero diez años después el secretario de Unidad tendió una red “porque el futuro de las comunicaciones sería a través de Internet”, la cual tuvo un empleo limitado porque no había mucha información para consultar, hasta que en 1995 apareció el programa Windows 95 y su utilidad se popularizó, generalizándose después con la telefonía celular y las aplicaciones para transmitir fotografía y video.
En la actualidad los alumnos hacen modelos e impresiones en 3D y esto transformó el diseño en la universidad, sin embargo “creo que lo más significativo es que en el campo de la educación el papel del docente también cambia, porque es más fácil que los jóvenes encuentren en la Web datos actualizados”.
Debido a que “los académicos todavía no nos adaptamos a esas modificaciones (…) procuro plantear a mis estudiantes una situación o problema respecto del cual los guíe u orienté para buscar más referencias”, es decir, se lleva a cabo un esfuerzo de trabajo colaborativo que es fundamental, pues la demanda principal en la academia es justo la labor en equipo, de preferencia interdisciplinaria, concluyó.