Washington. Nuevamente el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, arremete en contra de los migrantes, al insistir a la Suprema Corte que readmita su iniciativa para prohibir la entrada al país norteamericano a ciudadanos de seis países de mayoría musulmana.
El periódico La Jornada informó que pese al rechazo de los tribunales menores a esa medida, el gobierno estadounidense presume que el decreto de Trump en esa materia “se encuadra dentro de sus atribuciones legales para mantener la seguridad de la Nación y proteger a nuestras comunidades del terrorismo”, dijo la portavoz del Departamento de Justicia, Sarah Isgur.
“El presidente -recalcó- no debe admitir personas de países que patrocinan o cobijan al terrorismo hasta que determine que pueden ser investigados apropiadamente y no impongan un riesgo a la seguridad de Estados Unidos”.
El pedido se produjo una semana después del revés del gobierno en la Corte de Apelaciones del Cuarto Circuito.
En su fallo, la mayoría de los jueces de ese tribunal consideró que “no están plenamente convencidos” de que la parte del decreto que detalla los países -Irán, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen- esté más relacionada “con la seguridad nacional que con la promesa” de campaña del presidente de vetar el ingreso de musulmanes al país. nAgrega que no está claro si las preocupaciones de seguridad del gobierno superan los reparos de los demandantes en materia de discriminación.
“Es indiscutible lo que está en juego: la corte de apelaciones concluyó que el presidente actuó de mala fe y con animosidad religiosa cuando, tras consultar con tres miembros de su gabinete, impuso una breve pausa en los ingresos de (ciudadanos de) seis países que presentan elevado riesgo de terrorismo”, señala la presentación de la administración.
Esa decisión “genera incertidumbre sobre la autoridad presidencial para atender esas amenazas pese a que la Constitución y las leyes del Congreso lo empoderan y obligan a hacerlo”, concluyó.