*Deben refrendar la vocación del carácter público que las caracteriza
*El aprendizaje debe ser constructivo, acumulativo, auto regulado, orientado a metas, colaborativo y estratégico
La vinculación entre la educación media superior y la superior no se reduce a una relación de oferta y demanda, pues gesta un sistema completo de formación cuya prioridad es la generación de profesionales y de ciudadanos críticos, lo que define el carácter público de la enseñanza, señaló el doctor Rodolfo René Suárez Molnar, rector de la Unidad Cuajimalpa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Al inaugurar el 4º Coloquio Docente de Educación Media Superior y Superior de la Zona Metropolitana. Metodologías del Proceso de Enseñanza-Aprendizaje expuso que las instituciones públicas tienen que refrendar la vocación del carácter público que las caracteriza, pero con un sentido autocrítico que determine hasta qué punto han sido capaces de alcanzar sus objetivos como espacio que propicia la movilidad social y la formación de ciudadanos con valores.
Suárez Molnar resaltó que en medio de un panorama cuya tendencia es la competencia entre las instituciones y la búsqueda de indicadores y objetivos que resultan más propios de la educación privada, “se olvida que las universidades son un espacio de certidumbre para la sociedad”, en medio de una crisis con “diversos elementos constitutivos, difíciles de enumerar”.
Sin embargo, sobresale el compromiso del personal que labora en las instituciones públicas y de quienes han elegido la educación oficial como una posibilidad formativa, no sólo para beneficio personal, sino del desarrollo social, político y económico del país.
La doctora en Psicología Experimental Sandra Castañeda Figueiras, académica del Posgrado en Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijo que la evaluación es el mejor mecanismo para fomentar el aprendizaje del que disponen los docentes.
El aprendizaje tiene que alentar un saber cualitativamente significativo, dotado de conocimientos y habilidades para toda la vida, desechar la asimilación de la comprensión tradicional de memoria que no motiva la creatividad, la crítica, la colaboración y la solución de problemas, cualidades fundamentales que debe poseer el estudiante, ya que se requiere de mecanismos de aceleración intelectual en un mundo cambiante.
Al impartir la conferencia Evaluación y fomento Castañeda Figueiras indicó que con ese instrumento es factible reflejar los riesgos en los elementos responsables del desarrollo de pericia, es decir, que permitan determinar el grado de habilidades del alumno y que éste extienda o transfiera el aprendizaje a nuevas situaciones dónde actuar.
La doctora Castañeda Figueiras expuso que la valoración de conocimientos debe fomentar la autocreencia positiva sobre la capacidad de aprender y ser estudiantes autónomos de éxito.
“La evaluación es la gran oportunidad para apoyar la reconstrucción de actitudes positivas” y que el alumno tenga la confianza de superar los obstáculos al momento de aprender y así promover un valor académico que sea agente de la consolidación de un conocimiento en crecimiento.
“Un profesor efectivo genera agenciabilidad, condiciones más favorables para el desarrollo del estudiante”, por ello la valoración del aprendizaje no es un fin en sí mismo, es un medio para mejorar, que puede y debe influir en lo que se aprende y la manera cómo se aprende. El aprendizaje contemporáneo, agregó, debe ser constructivo, acumulativo, auto regulado, orientado a metas, colaborativo y estratégico.
El doctor Omar Vicencio Leyton, director académico general del Centro de Investigación, Formación Docente y Directiva, expuso que el ejercicio de la planeación entre los profesores de educación media superior no está totalmente concebido en un sistema funcional.
Es decir presentan programas de planeación de sus cursos sólo para cubrir un requisito institucional, no para cambiar y hacer frente a procesos y competencias necesarias para afrontar problemáticas actuales.
El especialista en educación dijo que el enfoque de la planeación pasó del nivel administrativo y didáctico al estratégico, que busca un proceso de cambio alejado del procedimiento protocolario de administrar y racionalizar sin generar transformaciones.
La planeación como aspecto estratégico debe ser funcional para cubrir las competencias y los aprendizajes críticos, colaborativos, cooperativos y constructivos.
En el proceso de cambio el docente es definido como un “ingeniero pedagógico” que hace que mediante los elementos de la planeación ocurra una experiencia en el alumno para la transformación, tomando en consideración el uso de las estrategias, cómo las contextualiza en su programa en relación con las características y necesidades de los propios estudiantes, y lo que demanda el plan de estudio que se tenga para ser funcional.
En la conferencia Tendencias de la planeación didáctica en el nivel medio superior el profesor del posgrado de la Universidad de Cuautitlán Izcalli dijo que 80 por ciento o más de los maestros carece de un esquema de planeación pedagógica, lo que refleja una insuficiencia en el ejercicio de los docentes, o en ocasiones su planteamiento es una copia de otro, pero no se apropian de él, con sus ideas y estrategias.
A la actividad convocada por el Programa Interinstitucional Delegacional Escuela segura, la escuela que queremos y la Unidad Cuajimalpa de la UAM asistieron el maestro Adrián Reyes Ancona, director de vinculación institución del Conalep Ciudad de México, y la arquitecta América Aguirre Sánchez, directora estudiantil del Instituto de Educación Media Superior de la Ciudad de México, entre otros.