Este templo no se ubica en Atenas, sino la ciudad alemana de Kassel. Sus columnas no son de mármol, sino de libros que fueron prohibidos en algún momento en algún lugar del mundo.
Se trata de una obra de la artista ‘pop art’ argentina de 74 años Marta Minujín, un alegato contra la censura, que está realizado para la muestra de arte Docuenta que se celebra cada 5 años.
A decir de los organizadores, “el Partenón es un homenaje a la democracia, un símbolo de resistencia a la represión política y es una obra efímera, ya que al finalizar la exposición en Kassel los libros serán donados a refugios de migrantes y a bibliotecas públicas de toda Europa”.
Todos los libros que integran el Partenón fueron donados por ciudadanos de la Argentina pero también de Alemania, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, España, a partir de una campaña importante que se armó con vistas a lo que sería esta edición de Documenta.
Cien mil ejemplares componen la monumental exhibición, mismo que fueron donados tanto por particulares como por algunas editoriales. En su mayoría son títulos que fueron prohibidos por la última dictadura.
«Tiene exactamente las mismas dimensiones», explica uno de los comisarios de la muestra, Pierre Bal-Blanc, de una obra que se vuelve un símbolo estremecedor en Alemania, debido a su pasado nazi, y se ha levantado en el mismo sitio donde en 1933 los esbirros de Hitler quemaron las obras de autores judíos o marxistas.