*Situada en el corazón de la Unidad Deportiva Mario Vázquez Raña, la pieza del artista mexicano infunde sentimientos de aventura e interacción
Trascender, del latín trascenderé, significa “pasar de una cosa a otra, traspasar”. Partiendo de este concepto, el escultor David Camorlinga Tagle ha creado su escultura monumental Trascender ubicada en la Unidad Deportiva Mario Vázquez Raña, en Acolman, Estado de México.
La pieza mide 8x8x7 metros y está elaborada con acero al carbón, placas de un cuarto y un acabado oxidado con laca. De acuerdo con el egresado de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de México, trata de dar respuesta a la pregunta ¿Qué se necesita para trascender?
“Es una obra que explica que para trascender se requiere dejar una huella, poner el corazón, escalar, colocar siempre tu propio escalón y seguir adelante. También es una escultura que muestra que quiero trascender como escultor, persona, individuo y ser humano.
“La pieza va a ir cambiando y renovando debido a las cuestiones climáticas, al sol, la lluvia. Por sus materiales va a envejecerse de una manera diferente y tendrá ciertas características estilísticas que cuando la vean descubrirán que la hace una obra única en el espacio”.
La obra de Camorlinga es testimonio, huella sobre la naturaleza, una muestra de la condición humana, del sentir, del tiempo, pero sobre todo, de la existencia. De ahí que esta pieza se pueda entender como una escalera que va al más allá.
“Es una obra en la que podemos ver que existen escalones que son grandes y otros más chicos. Al recorrerla te invita a seguir adelante. Conforme subes te da una perspectiva de que te vas encaminado hacia un umbral y después existen otros tres escalones que te remiten a un nuevo lugar. Ya cuando estás en el último escalón y te ves, te sientes un poco desprotegido, como suele ser la vida.
“Es una pieza que muestra parte de mi trabajo de arte para espacios públicos, que es muy importante porque dota de un espacio cultural a la gente en un lugar en donde va a recrearse, vivir, sentir, leer, jugar, estar, dar un beso o simplemente contemplar. Se trata de una obra en donde interviene espectador-escultura-lugar, tres entes que se compenetran poco a poco para generar un diálogo”.
Esta creación del artista goza de características singulares. Tiene un pequeño tapete de concreto que en ciertos momentos va a funcionar como un espejo de agua. De acuerdo con el artista, la idea es que cuando llueva se pueda recuperar un poco de esa agua y la obra se convierta en un oasis.
“El espejo de agua hará que la gente, especialmente los niños, se acerquen a tocarla. El agua ha sido objeto de juego, diversión, vida. Además buscamos que la gente se preocupe por preservar el agua.
“En algún momento se va a generar un pequeño estanque que dará vida a animales pequeños, insectos, a un perro que venga y tomé agua e incluso a los niños que quieran mojarse mientras se recrean”.
El artista presume influencia del arquitecto Pedro Ramírez Vázquez y tiene como maestros de vida y fuente de trabajo plástico a la naturaleza, la gente y la observación. Agregó que Trascender es una pieza que invita al público a aventurarse, sentir, a no tener miedo, interactuar y aprender.
“Está ubicada en el centro de la unidad deportiva con la idea de hacer que la gente interactúe con ella. La obra te abraza, hace encontrarte contigo mismo y reflexionar. Compagina el arte y el deporte.
“Buscamos que la gente venga, se siente, suba a ella, que contemplen el atardecer, el alba o ver el Popocatépetl e Iztaccíhuatl y algunas montañas, pero también que logre encontrarse y querer salir adelante, algo que se puede lograr con solamente poner un poco de nosotros”.
El artista, que ha viajado, entre otros países, por Italia, Francia, Inglaterra, España, Estados Unidos, la India y México para aprender de su cultura y tomar elementos para su inspiración, dijo sentirse orgullo de que su escultura sea el punto central de la Unidad Deportiva Mario Vázquez Raña.
La pieza Trascender fue realizada en un mes y medio como resultado de un fideicomiso otorgado al escultor por la Secretaría de Cultura y del Deporte del Estado de México.