Nicolás Maduro, presidente de Venezuela se lanzó, como era lógico, contra Luisa Ortega Díaz, ex fiscal general y su marido, el ex diputado oficialista Gemán Ferrer, acusándoles de liderar una red de extorsión que recibía millones de dólares a cambio de no denunciar a personas corruptas.
“La corrupción es una plaga (…) que nosotros estamos combatiendo (.) Desafortunadamente, durante estos cuatro años que tengo como presidente nunca, jamás, conté con el apoyo de la Fiscalía General de la República para el combate contra la corrupción, al contrario”, lamentó.
La Jornada consignó que durante una entrevista televisiva, Maduro señaló que la lucha contra la corrupción “ha sido una de las banderas de su Gobierno”, pero nunca pudo hacer avances significativos debido a la inacción de la Fiscalía.
Maduro sostuvo que cuando recibió en su despacho a Ortega Díaz en abril le informó sobre un caso de corrupción vinculado al sector petrolífero, pero la Fiscalía habría optado por avisar sobre la investigación a los implicados a cambio de cobrar “millones de dólares” en el exterior.
“¿Qué hizo la Fiscalía? Ahora ya lo sabemos, avisó a los corruptos, se fueron del país, les cobró millones de dólares con los cuales abrieron cuentas en el exterior”, dijo Maduro, quien aseguró que “el propio esposo de la fiscal (Ferrer) era el encargado” de cobrar los sobornos.
Pese al revés que representó la impunidad en varios casos, Maduro aseguró que está “comprometido hasta los tuétanos en la lucha contra los corruptos y la corrupción” y prometió que se lograrían avances importantes en el medio y largo plazos.
Ortega Díaz y Ferrer en el pasado fueron simpatizantes del oficialismo pero este año se separaron de manera definitiva de Maduro, tras denunciar que la instalación de una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) impulsada por el Gobernante tenía como objetivo implantar una dictadura