*El prototipo replicado es ligero, resistente y requiere un mínimo de mantenimiento
*Las unidades han beneficiado a 290 comerciantes de la Delegación Magdalena Contreras
Cuatro prototipos de vehículo móvil para la exhibición y venta de mercancías en la vía pública –un proyecto que en su primera etapa ha beneficiado a 290 pequeños comerciantes de la Delegación Magdalena Contreras en la Ciudad de México– fueron diseñados por alumnos y profesores de la Licenciatura en Diseño Industrial de la Universidad Autónoma Metropolitana.
Este trabajo está integrado a un programa presentado a la coordinación de la Licenciatura por autoridades de esa demarcación dirigido a regular el negocio ambulante, en particular en el pueblo de San Bernabé y el Jardín Hidalgo, cuya problemática por la liberación de vialidades, la piratería y el traslado de los puestos ya había sido detectada.
El diseñador industrial Héctor Espíndola Elizalde, técnico académico del Taller de Pailería y asesor de los jóvenes, detalló en entrevista que a partir de la invitación de los representantes de la Delegación fue propuesta una serie de vehículos móviles para ser replicados, con el fin de atender los requerimientos de los pequeños comerciantes.
Los prototipos fueron creados por Daniel Armando Galicia Sosa y César Almaraz García, del sexto trimestre, así como por Héctor Armando Gutiérrez Flores, Félix Daniel Islas López, Melisa Bonilla Barillas y Manuel Alejandro Ramos Fernández, del onceavo trimestre, este último autor de la propuesta llevada a la realidad.
Luego de realizar un registro del número de vendedores fue planteado el diseño de carro ambulante con determinadas características: capacidad, tanto para ofrecer tipos diferentes de mercancías como para ser manipulado por personas de todas las edades, sobre todo adultos mayores, que comprenden 80 por ciento del padrón de expendedores de la zona.
Tres equipos de jóvenes de sexto y onceavo trimestres participaron con cuatro propuestas efectuadas con base en las peticiones planteadas, así como a partir de entrevistas llevadas a cabo entre los beneficiarios.
Como parte del reordenamiento de comerciantes en el espacio público, la autoridad propuso evitar aquellos que manejaran tanques de gas, aceite caliente o ropa usada y piratería, así como apoyar las transacciones en pequeño de otro tipo de productos para favorecer la economía.
En ese contexto fueron solicitados los proyectos a la UAM y resultaron “seleccionados algunos que se llevaron al jefe de la demarcación y a una comitiva que nos recibió” y eligieron cuatro, “considerados óptimos para satisfacer las necesidades” de uso en mercados sobre ruedas, venta afuera de escuelas y en otras áreas de la vía pública.
Las cuatro propuestas fueron presupuestadas, de acuerdo con la solicitud de la Delegación y, una vez hecho el cálculo, “se nos preguntó si teníamos la capacidad de producir los prototipos”, por lo que el equipo de trabajo del sexto trimestre realizó la cotización y fabricó por fuera, mientras que los otros diseños fueron construidos por el resto de los alumnos y profesores que intervino en el proyecto.
Durante la entrega oficial de los carros creados y desarrollados en la Casa abierta al tiempo, el delgado en Magdalena Contreras, Fernando Mercado Guaida, informó que en una primera etapa fueron elaboradas 290 unidades de uno de los cuatro modelos entregados por la Unidad Xochimilco.
El vehículo ya en funcionamiento está realizado con materiales ligeros de fierro, en láminas delgadas y perfiles tubulares de hierro cortados, doblados y soldados con el propósito de que sean resistentes y requieran un mínimo de mantenimiento, en tanto que las llantas son de plástico duro por el tipo de piso en que funcionan: piedras de adoquín y pavimento.
Cualquier persona –con independencia de la edad– puede utilizarlo, pues es de fácil manipulación y permite guardar, trasladar y exhibir los artículos –ropa, artesanías, comida, dulces, enseres del hogar y bisutería– en el punto de venta, además de que cuenta con un espacio para publicidad, ya que la idea es que la inversión del carro entregado sea recuperada para seguir generando más ingresos mediante la venta de anuncios.
El diseño de los alumnos de sexto trimestre no tiene capacidad integrada de carga, es decir, la estructura es la de un diablito al que fueron adaptados una mesa plegable y un techo retráctil.
Los otros tres cuentan con cubiertas desmontable para su guarda y uso: en el más pequeño, los revestimientos son plegables y la propiedad de estibar más reducida y otro tiene techo desarmable y altura variada, aunque posee un potencial de peso grande y exhibidores de alambrón.
El ya producido incluía inicialmente dos contenedores móviles que registraban vista hacia el interior para guardar y exhibir la mercancía, pero sufrió cambios en el techo y se agregó una sombrilla, mientras que el costo de armado afectó el sistema de rodamiento.
Los ejemplares aprobados tienen un coste promedio de 5,000 pesos y sus dimensiones –de 1.80 metros de largo por un metro de ancho y dos de alto– soportan volúmenes de peso sin detrimento del manejo.
Los techos son plegables, por lo que ocupan un mínimo espacio de almacenamiento, y las cubiertas se recogen y cuentan con contenedores para los artículos, lo que posibilita a los usuarios el traslado sin la exigencia de guardarlos y volver a mostrarlos.
Una de las principales ventajas es que pueden sustituir estructuras ensambladas con exhibidores de alambre que muchas veces se dejan en el lugar, ocupando los espacios de manera innecesaria, lo cual permite recuperar estas áreas y respetar un horario de ventas.
El maestro Roberto García Sandoval, docente del Departamento de Tecnología y Producción y asesor de los alumnos de sexto trimestre, remarcó la importancia de haber realizado un estudio a través de visitas a 25 vendedores de San Bernabé y del Jardín Hidalgo quienes expusieron sus requerimientos específicos.
“Esto facilitó a los estudiantes contar con los elementos para diseñar sus propuestas de manera óptima y con un propósito más definido”, por ejemplo, descubrieron que 80 por ciento de los vendedores de esas zonas es de la tercera edad y que debe trasladarse entre 15 y 25 minutos de su casa al lugar de trabajo con una carga promedio de entre 25 y 45 kilogramos.
Con estos datos los jóvenes pudieron visualizar a quién iba dirigida su misión y quién realmente lo usará, lo que “resulta relevante en sus procesos de educación, aprendizaje y conocimiento”, puntualizó García Sandoval.