*El Poder Legislativo podría tomar una resolución urgente para canalizar dicho dinero en favor de los afectados
La asignación de al menos 20 por ciento de los recursos públicos que reciben los partidos políticos y el Instituto Nacional Electoral (INE) para cubrir las necesidades de los damnificados por los sismos sería un “gesto humanitario” y una medida primordial, ante la emergencia que viven varios estados en México, señaló el doctor Ricardo Espinoza Toledo, profesor-investigador del Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Fuerzas políticas y candidatos reciben miles de millones de pesos, lo que representa un insulto para la mayoría de la población que vive en condiciones de pobreza y pobreza extrema, una condición agravada por la destrucción que han dejado los terremotos.
“Estamos en una situación de emergencia” que requiere, como planteó el INE, encontrar los mecanismos para que un porcentaje de los recursos de las organizaciones políticas se destine a atender a la gente que más lo necesita ante la circunstancia del país.
El Poder Legislativo podría, incluso, tomar una resolución con carácter de urgente para que esa asignación económica pudiera canalizarse a la ayuda para damnificados, en tanto que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público tendría también que hacer su parte en esta situación de urgencia.
El investigador del Área de Ciencia Política de la Unidad Iztapalapa dijo que existe una presión social fuerte desde hace mucho tiempo en razón de que “es muy grande la cantidad de dinero público destinado a partidos y candidatos”.
La justificación para entregarlo es evitar la intromisión de la delincuencia, organizada, sin embargo “cada vez se gastan más recursos reglamentados y asistimos a hechos en los cuales se prueba la influencia del narcotráfico en la vida política”, de hecho se calcula que los medios económicos no declarados que llegan a los partidos son tres veces mayores a los legales.
El politólogo expuso que no se ha logrado impedir la presencia del crimen organizado en la vida política, por lo que año con año se gasta más dinero público en los partidos y sus campañas.
Esto ha propiciado que desde hace tiempo las organizaciones sociales exijan la disminución de ese ingreso en institutos políticos y que haya una vigilancia que incluso no sólo se centre en los recursos legales, “porque ahora el problema está en una gran cantidad de publicidad, propaganda, alusiones de candidatos que no entran en la contabilidad y que el INE no puede percibir”.
Si a esto se suman los fenómenos naturales que hacen que la gente pierda su casa y hasta la vida, el malestar social se va a incrementar, “no porque los gobernantes sean los causantes, sino porque con su indiferencia, falta de compromiso social y deficiente desempeño de sus funciones, los agravios se han acumulado y cada vez es más extendida la percepción de que son incompetentes y sólo miran por sus intereses personales”.
México es un país de jóvenes quienes siguen siendo “nuestro mayor bien social”, ellos han asumido un compromiso y una solidaridad admirables que se observan en su participación excepcional, “por lo que creo que de esta experiencia puede venir ese país constructivo, creativo, del que nuestros representantes están muy lejos”.