*Es ineficiente y se requerirían 25 años de aplicación para un desempeño regular
El Sistema Penal Acusatorio (SPA) de México es ineficiente y para que alcance un desempeño regular de sus funciones requeriría al menos 25 años de aplicación en el territorio nacional, señaló el licenciado Alejandro Ferrel Bautista, durante el II Coloquio de Temas Selectos de Derecho, realizado en la Unidad Cuajimalpa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
La aplicación de este régimen legal ha creado injusticia, experimentación, impunidad e inseguridad jurídica, lo que violenta los derechos humanos, impide resarcir los daños y deja en indefensión a muchas víctimas debido a que contiene normas ambivalentes que colisionan entre sí.
La consecuencia es que algunas facultades individuales no son sopesadas debidamente y ciertas “actuaciones judiciales se inclinan más por las garantías del imputado que por las de la víctima, cuando debería haber un ejercicio de ponderación que salvaguarde ambas”.
Al ofrecer la conferencia Deficiencias del Sistema Penal Acusatorio, el abogado litigante y experto en justicia administrativa afirmó que la ineficacia del mismo se refleja en que “genera mayor impunidad que el modelo anterior, al no proteger de manera adecuada a las víctimas y llevar a proceso a un mayor número de falsos inculpados”, comprometiendo sus derechos humanos.
Pese a que una de las finalidades del SPA es reparar el daño a la víctima, el fenómeno registrado es que muchos acusados, al llegar a la audiencia de control son puestos en libertad como resultado de la falta de capacitación de los agentes del Ministerio Público para formular adecuadamente las imputaciones o por la realización de detenciones arbitrarias.
En consecuencia es necesario hacer una limpieza o reemplazo de las instituciones administradoras e impartidoras de justicia para lograr la viabilidad de su labor, puntualizó el especialista en criminología y criminalística.
Los años que representará el proceso de aprendizaje para que el SPA ofrezca resultados positivos serán “un laboratorio ministerial judicial de pruebas, con aciertos y errores donde los perjudicados serán las víctimas, los inculpados y el propio órgano jurisdiccional, porque en materia penal nadie gana, todos pierden”.
Ferrel Bautista opinó que el SPA podría calificarse de progresivo por la intención de ofrecer a la ciudadanía una procuración de justicia más sencilla, eficaz y rápida, sin embargo se considera regresivo porque exige y antepone el cumplimiento de formalidades, formulismos y requisitos para sustentar resoluciones que son contrarias a la realidad, a la búsqueda de la verdad y la correcta aplicación de la legalidad y el derecho.
En ese marco, indicó, parece que “los abogados deben satisfacer una serie de estándares, entre los cuales se encuentra la memorización completa de una ley para poder recitar una serie de dispositivos, a través de los cuales pueda cobrar vida un derecho”.
Las observaciones adversas al SPA pretenden ser constructivas para mejorar un sistema producto de una reforma federal apresurada que requiere de la constante capacitación de todos los sujetos involucrados en la administración e impartición de justicia: abogados, ministerios públicos, jueces y elementos policiacos.
En el II Coloquio, convocado por el Departamento de Estudios Institucionales y las coordinaciones de las licenciaturas en Administración y Derecho de la Unidad Cuajimalpa, Ferrel Bautista ponderó como una de las bondades del actual sistema el contradecir los datos de prueba, además de prever medios alternativos de solución de controversias a través de una forma de determinación anticipada del proceso, como es la suspensión del proceso a prueba que puede concluir una contienda de carácter penal.