David Brooks, Corresponsal del Periódico La Jornada, reveló este domingo que mientras republicanos y Donald Trump preparan el gran regalo de Navidad para los más ricos de este país, el relator sobre pobreza y derechos humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) concluyó que el gobierno actual está convirtiendo a Estados Unidos en el campeón mundial de la desigualdad extrema.
Aunque Trump continúa con su fuego amigo entre su gobierno, insultando hoy de nuevo a su agencia federal de policía junto con todos aquellos que se atreven a investigarlo, el tema central en Washington fue cumplir promesas políticas a los más ricos de este país.
La cúpula republicana y el presidente están ya en la fase final para aprobar una reforma tributaria que beneficiará casi exclusivamente a las grandes empresas y al sector más rico de este país, según casi todos los análisis independientes.
Hoy, el liderazgo republicano indicó que después de intensas negociaciones goza de los votos suficientes para aprobar la medida la semana próxima y entregarla a Trump para promulgarla ley justo antes de la Navidad. El regalo es ansiosa y felizmente esperado por Wall Street desde hace meses, y en estos últimos días su anticipación ha llevado a niveles récord a la bolsa de valores.
Eso, obviamente, agravará las condiciones socioeconómicas detectadas por el relator especial sobre pobreza extrema y derechos humanos de la ONU, Philip Alston, quien ayer emitió un informe concluyendo que Trump y la cúpula republicana en el Congreso están intentando convertir a Estados Unidos en el campeón mundial de la desigualdad extrema.
Después de una visita de investigación de dos semanas por el país, Alston reporta que esta propuesta de reforma tributaria es parte integral del dramático giro en la política económica que llevará a este país a convertirse en la sociedad más desigual en el mundo y que esta reforma incrementará los ya elevados niveles de desigualdad de riqueza entre el uno por ciento más rico y el 50 por ciento más pobre de los estadunidenses. Alerta que el impacto será aún peor por las iniciativas ya en camino para reducir aún más los programas de bienestar social para las capas más necesitadas de esta sociedad.Señaló que a pesar del poderío y riqueza en todos los rubros de este país, nada de eso se emplea para abordar la situación de pobreza en que viven 40 millones de personas.
Indicó: “El sueño americano rápidamente se está volviendo la ilusión americana”, ya que Estados Unidos tiene ahora la tasa más baja de movilidad social de cualquiera de los países ricos.
Concluyó que no hay ningún otro país desarrollado donde tantos votantes estén privados de sus derechos y donde tan pocos votantes pobres deseen acudir a las urnas, donde votantes ordenadores finalmente tienen tan poco impacto sobre los resultados políticos. No hay ningún otro país desarrollado con tantos ciudadanos encarcelados. (El informe ].
Fuego amigo
Como parte de un creciente esfuerzo de Trump y sus aliados por desacreditar a todos los que tienen algún papel en las investigaciones del círculo íntimo de la campaña electoral del presidente por sus posibles vínculos con intereses rusos, hoy continuó un muy inusual ataque contra la Oficina Federal de Investigaciones (FBI). Es una pena lo que ha ocurrido con la FBI. Es algo muy triste que observar, comentó a medios de información justo antes de salir a una visita a la academia de la agencia policiaca. Agregó: Cuando uno observa lo que ha sucedido con la FBI y el Departamento de Justicia, la gente está muy enojada. Prometió que vamos a reconstruir la FBI. Será más grande y mejor que nunca.
No ofreció más detalles de quiénes están disgustados. Pero el renovado ataque contra la agencia provocó reacciones entre ex oficiales de la FBI y legisladores, quienes indicaron que esas descalificaciones dañan a la agencia, su credibilidad pública e intenta politizar a una institución que supuestamente es políticamente neutra (una defensa que invita gran escepticismo dada la larga historia de intromisión y acción política de la FBI desde su creación –sobre todo con disidentes políticos, incluyendo figuras como Martin Luther King).
Todo esto después de que el nuevo jefe de la FBI, Christopher Wray, nombrado cuando Trump despidió a su antecesor James Comey, ofreció una defensa vigorosa de la agencia después de la última ronda de insultos del presidente a principios de este mes, quien había declarado que la reputación de la FBI estaba hecha trizas y su respeto entre el público era el peor en la historia.
Poco más tarde su procurador general y jefe del Departamento de Justicia, Jeff Sessions, declaró que no comparte la opinión de Trump sobre la FBI.
Estas divisiones dentro del gabinete continúan generando preocupación entre la cúpula republicana. Hace días el secretario de Estado Rex Tillerson afirmó que Estados Unidos estaba abierto a negociaciones sin precondiciones con Corea del Norte, sólo para ver que la Casa Blanca, pocas horas después, expresó que no compartía esa posición. Con ello continúa el ciclo de rumores sobre posibles cambios de gabinete en puestos clave, incluyendo estado y justicia.
A la vez, Trump reiteró que las investigaciones sobre la mano rusa son sospechosas. “No tengo nada que ver con Rusia… Todos lo saben. Eso fue una farsa demócrata, justificando la derrota en la elección”. Señaló que es un desgaste de millones de dólares para nada.
Hablando de elecciones, el candidato republicano al Senado derrotado en Alabama esta semana, Roy Moore, rehúsa admitir los resultados –eso a pesar de que su ex promotor Trump y todo el Partido Republicano ya lo han hecho. El acusado por pederastia y hostigamiento sexual por nueve mujeres ofreció un argumento moral por mantenerse firme: “El corazón y alma de nuestro país está en juego… Hoy ya no reconocemos la verdad universal de que Dios es el autor de nuestra vida y libertad”, afirmó en un video el miércoles pasado. El aborto, la sodomia y el materialismo han tomado el lugar de la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.