El transporte urbano de pasajeros se encuentra en el umbral de un cambio epocal de magnitud global, que de ocurrir cabalmente daría paso a un nuevo tipo de movilidad que revolucionaría las tecnologías hasta ahora dominantes en el sector y sus bases energéticas, además de que transformaría las relaciones sociales prevalecientes, los impactos y los vínculos con la ciudad misma, afirmó el doctor Bernardo Navarro Benítez.
En la presentación de su libro El futuro de la movilidad urbana y los vehículos autónomos, indicó que las transformaciones de esa actividad en México radicarán en la capacidad de establecer estrategias públicas eficaces a largo plazo con alianzas nacionales y multinacionales que potencien las condiciones y las ventajas concretas de las grandes metrópolis y de la industria que opera en el país.
Además, el académico de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) dijo que es necesario desarrollar capacidades tecnológicas emergentes con universidades y el sector empresarial, es decir, consensuar un proyecto de nación en el que la transformación de la movilidad sea un componente fundamental por razones estratégicas para mejorar el uso del espacio citadino.
Esto a través de la planeación territorial y urbana, recuperando el medio ambiente y mejorando las condiciones de vida de las mayorías que viven, estudian y trabajan en las grandes urbes.
“La obligación de las universidades públicas es investigar sobre los problemas nacionales cruciales y coadyuvar a la transformación fundada y democrática de la realidad, y el deber ciudadano es tratar, por todos los medios, de hacer efectivo ese cambio positivo en favor de las mayorías”.