ESTÉNTOR POLÍTICO
Por: Miguel Ángel Casique
Nos platican que aprovechándose del asesinato de Aarón Varela Martínez, precandidato de Morena a la presidencia municipal de Ocoyucan, Luis Miguel Barbosa Huerta, candidato a gobernador de Puebla por Morena, quiere relacionar a Antorcha con ese crimen y, por tanto, calumnia y no presenta ninguna prueba; pero además, con eso, incita a la violencia de una parte de la población contra la organización social y contra trabajadores del ayuntamiento. Pero, ¿quién es Miguel Barbosa?
Por todos es conocido que las ideas y su forma de pensar, desde que decidió dar su apoyo a López Obrador en su precandidatura y luego de su salida del PRD, junto con otros diez políticos del mismo tipo, siempre ha sido de un chapulín y oportunista para tratar de llamar la atención cuando de política se trata; es además, nos comentan, un político desleal y traicionero que mientras a un grupo de poder le sirve, éste lo usa y luego lo desecha en el bote de la basura.
Pues resulta que ese político, que se metió de candidato, le ha dado por comenzar a atacar a la organización más grande, no sólo de Puebla, si no de todo el país, al Movimiento Antorchista; sus ataques consisten en calumnias y mentiras para relacionar a la agrupación con el crimen de Aarón Varela. Dicen, quienes lo conocen, que como es un demagogo profesional, cualidad que usa siempre para mantener su estatus de poder y de privilegios económicos, en realidad no tiene ninguna posibilidad de ganar en Puebla y que por eso, tanto las calumnias de algunos medios poblanos y las de Barbosa, intentan minar y restar fuerza electoral antorchista y entonces él es el adecuado para a atacar y crear un clima político adverso en Ocoyucan, con resonancia en todo el estado de Puebla
Él se ha dicho político de izquierda pero nunca se ha conocido que haya participado en algún movimiento social en Puebla o en el país, su ropaje de izquierda es un disfraz que usa para presentarse ante los medios y la ciudadanía. Él se formó y arrancó su vida política en el PRI y es de un familia de caciques de Ajalpan, en la Sierra Negra del estado, que cuando no obtuvo sus metas políticas se logró colar en las filas del PRD y, con apoyo de padrinos políticos, llegó a la dirigencia del partido. Aún se le recuerda en aquel 2012 aplaudiendo y apoyando desde la corriente Nueva Izquierda perredista el triunfo de Enrique Peña Nieto.
Durante unos tres o cuatro años, del 2012 al 2016, nadie lo conocía, pero ya se sentía poderoso y comenzó a viajar y relacionarse con el poder y ni por error se veían sus posturas de izquierda, ni siquiera defendiendo en lo más mínimo a una parte de la población; él se codeó con hombres poderosos como Osorio Chong y Luis Videgaray y se volvió un personaje déspota y autoritario, tanto que en el PRD siempre traía su propia agenda, no consultaba nada en las decisiones del partido o coyunturas y tampoco transparentó ninguno de sus movimientos.
Pues este político, aprovechándose de la muerte Aarón Varela, (que dicho se de paso, muy poco se sabía de de que era candidato a la presidencia de Ocoyucan) está creando un clima de violencia en Ocoyucan y el Movimiento Antorchista ya exigió que Miguel Barbosa detenga sus calumnias, porque no está presentando ninguna prueba clara y contundente.
Desde el jueves pasado y los primeros días de esta semana, en algunos espacios de la prensa poblana, aparecieron declaraciones de Barbosa pidiendo que la Fiscalía General del Estado investigue si Antorcha Campesina tuvo algo que ver en el asesinato; pero ni él o algún medio local que le están dando voz, presentan alguna prueba de sus acusaciones y sólo lanza calumnias absurdas y sin sustento como ya lo ha comentado la vocería antorchista en el estado.
Y es que, Barbosa, con esas declaraciones que son muy graves, más sus antecedentes políticos negativos, algunos de los cuales ya mencionamos al inicio de este espacio, crean un clima de inestabilidad en el municipio y propicia e incita a que un sector de la población pueda cometer acciones ilegales contra los antorchistas y personal del ayuntamiento, que de llegarse a cometer él sería el único responsable. Seguramente, como en otros casos, Antorcha también exigirá que se haga justicia y pedirá que se detenga a los verdaderos asesinos de ese crimen, pero tanto los familiares de Aarón Varela y aquellos que “gritan” a los cuatro vientos que se haga justicia, ¿estarán de acuerdo? o ya en ese caso tratarán de ocultarse. Es cuestión de tiempo para saberlo.
El clímax no político…
Trascendió que más de 10 casas que construye el Grupo Carso bajo el modelo “antisísmico” se derrumbaron con el sismo de magnitud 7.2 grados del pasado viernes 16 de febrero. A finales de año de 2017, Miguel Ángel Mancera, anunció que a través de la Secretaría de Desarrollo Social, en colaboración con la Fundación Carlos Slim, construirían alrededor de 460 casas nuevas para damnificados en las delegaciones de Iztapalapa, Tláhuac, y Xochimilco. Sin embargo, vecinos del Pueblo de San Gregorio Atlapulco, en la delegación Xochimilco, dicen tener miedo ante la fragilidad de las casas que les construyen.
Pero también si don Mancera está muy bondadoso debería voltear a ver a las 300 familias de la Ciénega, en Tláhuac, que su gobierno dejó sin hogar; pues los habitantes aún recuerdan aquel febrero de 2016 cuando fueron desalojados brutalmente de su predio y que ahora sobreviven bajo unas lonas en ese espacio, en espera de que alguien de el gobierno de la Ciudad de México les haga justicia y les regrese todo lo que perdieron. Por el momento, querido lector, es todo.
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