ESTÉNTOR POLÍTICO
Por: Miguel Ángel Casique
Este fin de semana el precandidato presidencial de la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, remarcó en un medio nacional que sólo irá a los tres debates que organizará el Instituto Nacional Electoral (INE), pero que no va a participar en los que organicen los medios de comunicación, porque dijo, «le van a echar montón»; y… ¿qué tanto podría afectar esto al candidato morenista?
Obrador presume mucho y dice tener, según él, casi cerca de veinte puntos de ventaja sobre el segundo lugar, pero como alguien dijo, refiriéndose a la opinión sobre elecciones en redes sociales, «todos los candidatos son ganadores hasta antes del 1 de julio»; en este periodo de intercampañas, López Obrador no puede asegurar nada porque aún falta lo más fuerte del proceso que arrancará los últimos días de marzo, falta la verdadera campaña; cierto que lleva algunos puntos arriba, pero no debe olivar que del plato a la boca se puede caer la sopa. Durante cuatro meses la moneda aún seguirá en aire.
Por otro lado, y de acuerdo a los últimos escándalos en los que se ha visto Ricardo Anaya, parece que José Antonio Meade ocuparía el segundo lugar, que de hecho algunas encuestas como la que realizó México Elige-SDPNoticias del 5 al 10 de marzo, realizada a 24 mil 130 mexicanos de 18 años en adelante residentes en México y que cuentan con acceso a Facebook, Meade ya es el segundo con 24.3 por ciento contra el primer lugar de Obrador con un 39.5 y un 19.5 de Anaya. A López Obrador se le van a complicar más las cosas, pues antes de que terminé marzo y empiecen las «verdaderas» campañas, el candidato priista podría estar cerca de los 30 puntos, pues la estructura que tiene el Institucional es superior a la de Morena, así que don López Orador no debería cantar victoria antes de tiempo.
Y hablando de Morena, también en la Ciudad de México comienzan ya los cocolazos entre los candidatos, entre Morena, PAN y el PRD fundamentalmente, aunque no tarda en sumarse don Mikel Arriola, y es que en recientes días vimos cómo se acusó a Morena de sabotear válvulas de agua potable y que, incluso, el presidente del PAN en la Ciudad de México, Mauricio Sabe, presentó una denuncia penal contra quienes resulten responsables por esos hechos, lo que refleja esto es que también en la capital ya arreciaron los ataques contra los candidatos y la principal pelea está entre Alejandra Barrales y la ex jefa delegacional en Tlalpan, Claudia Sheinbaum.
Y es que el cierre de al menos 50 válvulas en seis delegaciones podría ser un delito de sabotaje, además de la afectación que causa a una parte de la Ciudad de México donde habitan el menos 9 millones de mexicanos. Nos platican que aunque en sentido riguroso 50 válvulas, comparadas con las 900 que debe haber en la CDMX, más los cientos o miles de colonias que históricamente han padecido agua en en esta metrópoli, no debieron ser suficientes para armar un gran escándalo, pero lo cierto es que ahora cualquier tema es bueno para atacar al contrincante; sin embargo, no está descabellado que sí haya sido Morena el artífice del cierre y que su intención haya sido el sabotaje para desestabilizar y causar enojo entre los capitalinos, aunque también es real que el servicio de agua es suministrado por el gobierno del a Ciudad de México, (o sea el PRD), vía el Sistema de Aguas.
También a Morena, pero en la Delegación Tláhuac se le podrían complicar las cosas porque el delegado Rigoberto Salgado, aquel que el año pasado decía desconocer (sic) que en su delegación existía y operaba Felipe de Jesús Pérez Luna, alias «El Ojos» y aseguró que «ahí no operan narcomenudistas ni mucho menos cárteles»; Salgado que es nativo de ahí y que toda su vida la ha pasado en ese lugar, en serio desconocía el actuar de esa banda, increíble, ¿no?.
Pues resulta que ese funcionario no ha sido capaz de apoyar a unas 2 mil familias que el gobierno de Mancera desalojó desde hace dos años y que les fueron destruidas sus viviendas, familias que ahora viven bajo lonas y ante las inclemencias del tiempo; seguramente también el delegado dirá que desconoce y no sabe de esas familias desamparadas; pero aún hay más, pues el delegado en un mensaje directo a los líderes antorchistas de la zona, les advirtió y casi amenazó a que no atenderá ni, muchos resolverá, ninguna de las peticiones de los habitantes de Tláhuac. ¿Por qué será? ¿Qué no pertenece a Morena, un partido que quiere ayudar a los pobres como dice Obrador? Son o no son.
Según nos comentaron habitantes de esa demarcación, el gobierno morenista de Tláhuac ignora a los pobres porque ahí los habitantes viven con muchas carencias: baches en avenidas principales y secundarias, falta de agua potable, inundaciones por falta de desazolve; viviendas sin drenaje, ni energía eléctrica; alumbrado público insuficiente; y se enfrentan ante una actitud de indiferencia e insensibilidad de los funcionarios de casi todas las áreas de la delegación para resolver y escuchar a los vecinos.
Los mismos vecinos de Tláhuac se han preguntado ¿dónde invirtió los mil 290 millones de pesos que recibió del Presupuesto de Egresos de la Ciudad de México?, pero no sólo le cuestionan eso al delegado, también se preguntan ¿dónde están los recursos que diputados federales gestionaron para la construcción de un Albergue Estudiantil y barda perimetral y aulas de la Preparatoria Lázaro Cárdenas?, porque estos recursos, que él no gestionó, fueron etiquetados y él se niega a aplicarlos. ¿El dinero está secuestrado o ya se destinaron para otros fines morenitas? Sólo es pregunta.
Tanto a nivel nacional, como en la Ciudad de México y en la Delegación Tláhuac, Morena se identifica con mucha demagogia, incumplimientos, sabotajes y represión contra grupos sociales. A nivel nacional basta recordar que su candidato a Los Pinos nunca ha combatido los problemas sociales, los habitantes aún recuerdan que en la CDMX él fue gobernante y no hizo nada contra la corrupción, nada realizó para atacar la pobreza y los principales problemas de movilidad, medio ambiente e inseguridad entre otros.
Ahora en Ciudad de México quiere gobernar Morena y para eso echará mano de todas sus maniobras, hasta de olvidarse que su candidato principal, antes con la siglas del PRD, nunca hizo nada por la metrópoli. Y… ¿el ejemplo de Tláhuac dónde queda?. Pues Rigoberto Salgado es un delegado por accidente y sabe muy poco de política, algunos de sus colaboradores nos han dicho que aún se investiga su presunta relación con grupos criminales de la demarcación; así que esto, más la mala política de atención ciudadana que tienen el delgado, forman el cuadro completo para mostrar que Morena no sabe ejercer el gobierno en varios niveles, local, estatal o nacional. Por lo que el partido y su candidato serían un peligro para los mexicanos y nunca tendrán y menos aplicarán una política nacional a favor de los pobres de la patria. Al tiempo.
El Clímax no político…
Puebla, sin justicia a crimen político. Este 10 de marzo se cumplieron 5 meses del crimen político de Manuel Hernández Pasión, Alcalde de Huitzilan de Serdán, sin que La Fiscalía de Puebla y el propio gobierno de Tony Gali Fayad, hayan hecho justicia plena a pesar de que se detuvo a los presuntos autores intelectuales materiales que días después, se corrió el rumor, ellos no eran y que los verdaderos autores materiales ya estarían fuera del país. La Fiscalía, con su titular Víctor Antonio Carrancá, aún tiene deuda pendiente con los familiares del Hernández Pasión, con su escolta que lo acompañaba y con la organización social a la que ellos pertenecían.
A los encargados de hacer justicia en Puebla aún les falta encarcelar y decir a la opinión pública quiénes y bajo qué intereses se asesinó al alcalde huitzilteco, y decir cuál es la responsabilidad del alcalde de Zacapoaxtla, Guillermo Lobato Toral, dada su relación familiar con los presuntos autores materiales, además de dar seguimiento a líneas de investigación en las que estarían también vinculados políticos de Morena que ahora, respaldan a Alonso Aco en su candidatura a presidente de Huitzilan de Serdán, donde no tiene ninguna posibilidad de ganar; alguien se comienza a preguntar también qué tanto podría estar metido Miguel Barbosa que en los últimos días se ha dedicado a atacar a la organización poblana que dirige Juan Manuel Celis Aguirre. ¿Será casualidad? Por el momento, querido lector, es todo.
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