ESTÉNTOR POLÍTICO
Por: Miguel Ángel Casique
No debe quedar ninguna duda que dentro de la sociedad, con un sistema político como el que actualmente vivimos, quien domina culturalmente es la clase que ostenta el poder económico y político; y también es una verdad que los ciudadanos, como opinión pública, están «educados» por «verdades» que si las queremos analizar sin tener los ojos vendados, la realidad nos dirá otra cosa, es decir, que serían mentiras y es que muy poca información de la que nos llega alcanza algún grado de certeza, la mayoría tiene forzosamente alguna arista tendenciosa y lo interesante es saber de dónde o de quién viene.
La prensa, así en general, sin referencia a algún medio o periodista en particular, nos hace creer por ejemplo: que los hombres ricos son ricos porque se han sacrificado mucho, son muy trabajadores y que ahorran tanto que eso los lleva a hacerse ricos, y hacen creer también, por el contrario, que los pobres son pobres porque no se esfuerzan lo suficiente o trabajan poco; sin embargo, esto es una mentira total, han dicho algunos estudios de economía y analistas.
También la prensa ha hecho creer a la sociedad que todo lo que salga de la boca de un periodista (conductor de televisión, locutor, articulista, columnista, reportero y obviamente también los mismos directivos) debe ser considerado como verdad absoluta, incluso, esa errónea creencia va más allá y algunos «periodistas» se sienten jueces y creen que lo que dicen debe ser aceptado como verdad y todo mundo queda excluido en tener la más mínima duda de eso. Se ha construido una cultura que todo lo que dice la prensa debe ser verdadero y aceptado sin más.
México está viviendo una lucha electoral, quizá la más rara y controvertida, pero al final de cuentas dará a los mexicanos más lecciones que ninguna otra elección federal. Y es que ahora los candidatos están dispuestos hacer de todo con tal de ganar: así vemos a un candidato obsesionado con llegar al poder y que ha cambiado radicalmente su discurso; vemos a otro que está metido en líos de desvío de recursos y enriquecimiento ilícito más que cualquier otro candidato en la historia electoral reciente y vemos, a otro más, que el apoyo de su partido no parece favorecerle y se mira solo en la carrera rumbo a Los Pinos. La lucha electoral, se podría decir, es descarnada, despiadada y traerá grandes consecuencias para nuestra democracia y grandes lecciones para los mexicanos.
En este ambiente, ayer nos topamos con información que se manejó así: «Once familias controlan las noticias que recibe la mayoría de los mexicanos», de entrada cualquier lector se sumergiría en la información para ver de qué estamos hablando; pues Esténtor trató de bucear en esos párrafos y encontró que la información, en una primera vista, es que 11 familias tienen la mayoría de los medios de comunicación más influyentes de este México y que son esos, decía la información, los que acaparan el mayor porcentaje de audiencia y los que se llevan las mejores tajadas de publicidad oficial, -ojo en esto último-, «los que se llevan las mejores tajadas de publicidad oficial»; o sea, querido lector, que quien está publicando esa información está inconforme con eso, seguramente porque a ese medio o medios no les tocó eso que llaman publicidad oficial; entonces, la información ya no es tan imparcial.
En lo que se difundió se habla de Grupo Televisa, Grupo Empresarial Ángeles, Grupo Salinas, Grupo América Móvil, Grupo Universal y MVS. Y más adelante se dice que de hecho, sólo seis de los 42 medios con mayor influencia en el país tienen agencias informativas «independientes» del gobierno; ¿independientes? o ¿no será mejor y más exacto decir que están contra el gobierno y tienen la encomienda de apoyar otros intereses políticos contrarios?. Sólo es pregunta. Pero el texto no se queda ahí, sino que se dice que no es coincidencia que estas últimos medios están fuera de los «medios consentidos» por el gobierno federal en el otorgamiento de publicidad oficial, a pesar de ser los «más leídos del país»; esto se encontrará en el informe Mom México: “¿Quién mueve los Hilos de los Medios?” que este jueves se presentará al público.
Ese estudio se basa en 42 medios mexicanos con mayor audiencia: ocho televisivos, 11 radiofónicos, 10 impresos y 13 digitales; y según a partir del estudio «Contar lo bueno cuesta mucho», se recuerda que los 10 grupos principales mediáticos acapararon la mitad de la publicidad oficial entre 2013 y 2016; en el informe se presentan datos: Televisa y Tv Azteca obtuvieron 26.8% de dicha publicidad, luego está Tv Imagen; las radiodifusoras Radio Fórmula, Radio Centro, Imagen, MVS, Acir, así como los diarios El Universal, Milenio, Excélsior, Los Soles, La Jornada y La Crónica. Una de la conclusiones a que se llega en esa información es que basta condicionar los favores o los millonarios contratos de un puñado de familias para incidir en la agenda pública de un país de 127 millones de personas.
De acuerdo a eso último, de los grupos que controlan la mayor parte de la información en el el país es la familia Azcárraga que ocupó el lugar mas destacado pues controla el 50% de las señales de televisión abierta y 60% de la televisión de paga en México. En ese informe se dan más datos de cómo se opera mediáticamente, pues se dice que a pesar de la gran cantidad de medios tradicionales, la cobertura de un mismo evento lleva un enfoque que casi siempre es favorable a quien paga, el gobierno en turno.
Con lo leído y comentado aquí se sabe de inmediato que esta información no es imparcial y tienen fines políticos inmediatos: inconformidad contra la política gubernamental actual en la forma en que se destina el recurso a publicidad, inconformidad que se expresa porque algunos medios no fueron tomados en cuenta en el reparto de ese pastel económico; se observa también que detrás de esos medios vienen una línea política que no está de acuerdo con el oficialismo y que se dispone a defender a un político o candidato y, por último, que a esos medios inconformes (y no sólo este grupo, sino en general todos los medios de México) no les interesa ni les importa, en lo más mínimo, el verdadero papel que debiera jugar el periodismo en México, un periodismo que debiera ser educador y transformador.
Y es que, amable lector, todas las interpretaciones de los hechos, la selección que se hace de ellos en las páginas de los medios impresos, televisivos o radiofónicos, siempre están determinadas por intereses y propósitos de algún grupo político o económico de México, y están totalmente lejos de dar y presentar una visión más equilibrada y objetiva de la realidad. Es claro que la prensa de México no es otra que el punto de vista y línea del gobierno en turno; y aunque esto es lo que sucede, para los ciudadanos comunes y la población esto no es lo más deseable.
Los mexicanos, como sociedad civil, desean y necesitan disponer de verdaderos órganos de difusión de sus necesidades, inconformidades y puntos de vista; medios de comunicación que le garanticen un acceso seguro, sin alteraciones interesadas ni condicionamientos de una parte de las clase política del país. El pueblo mexicano sigue clamando que la prensa nacional no distorsione la verdad ni discrimine los hechos a favor de los poderosos y los grupos influyentes, y siguen clamando, además, que los directores de periódicos, reporteros y editorialistas influyentes, volteen a ver los problemas y necesidades de la población. El pueblo seguirá pidiendo que haya también una verdadera democracia de la prensa.
Con la información que comienza a publicarse, donde un grupo de medios comienza a inconformarse con otro, el más poderoso según el primer grupo, no se ve otra cosa que parte «esencial y primordial» de la guerra electoral que ya se está llevando. Así que en los medios también hay campaña electoral, también habrá uno, dos o tres grupos fuertes que respaldarán directamente a un candidato. A los medios también llega la lucha por conquistar una posición este 1 de julio.
El clímax no político…
En Zacatecas hay muestra gastronómica y cultural de Oaxaca. Este jueves Osvaldo Ávila Tiscareño, un joven político del estado y líder social, encabezará, tal y como lo anunció ayer, la muestra gastronómica y cultural de Oaxaca, evento que se realiza este día en la explanada del Congreso de la ciudad capital a las 10 de la mañana y por la tarde será instalada en el jardín Juárez del municipio de Guadalupe donde se podrá disfrutar de bailes tradicionales y de arte culinario de aquel estado sureño.
Ávila Tizcareño anunció el evento que se planea en coordinación con Gabriel Hernández García, de origen zacatecano, concretamente del municipio de Genaro Codina y quien quiere compartir parte de la vida cultural y costumbrista del estado. Gabriel Hernández García es también autor de los libros Tatuana, Magia Indígena y Jaguar Tuerto y en sus libros de cuentos se narra parte de la tradición oral de la gente de aquella región, textos que ha presentado en años anteriores en el estado y que demuestran el conocimiento y acercamiento con el pueblo oaxaqueño.
La muestra será totalmente gratuita y constará de platillos tradicionales y de bailes folclóricos de aquella entidad y que será llevada al total de capitales del país en coordinación con las dirigencias antorchistas locales, pero que arrancará en Zacatecas, tierra natal de Gabriel Hernández. Este evento se realiza dada la unidad que la organización social, Movimiento Antorchista, mantiene con el pueblo de las distintas regiones de Oaxaca y donde se realiza un trabajo de gestoría y de lucha por reivindicar los valores y derechos de los campesinos, obreros, estudiantes y amas de casa. Por el momento, querido lector, es todo.
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