El Maratón de Boston se corrió por primera vez en abril de 1897, a fin de reproducir la prueba que se hizo de esa carrera en los Juegos Olímpicos de Atenas 1896. La bostoniana es la competencia de esta especie más antigua que se celebra de forma continua y la segunda carrera a pie más larga en Estados Unidos (EE. UU.). En 1967, cuando se creía que las mujeres eran incapaces de correr más de 2.5 km, Kathrine Switzer se convirtió en la primera mujer en competir en el Maratón de Boston. Anteriormente esta competencia había sido exclusiva de hombres, razón por la que cuando se inscribió, se limitó a poner sus iniciales para hacerse pasar como corredor. El día de la carrera llovía y hacía mucho frío, circunstancia que favoreció su ocultamiento con las prendas de invierno. Sorprendida de que nadie se diera cuenta de su género comenzó a correr junto con su entrenador Arnie y su novio Tom, portando el número 261.
Sin embargo, minutos después pasó el camión de prensa, en el que viajaba el encargado de la carrera, Jock Semple, quien de inmediato advirtió que era una mujer, se bajó del vehículo y corrió tras ella gritándole que se largara de su carrera; incluso, cuando la alcanzó, la agarró del babero oficial, la empujó y la arañó, hecho que obligó a Thomas Miller, el novio, a intervenir y derribar a Semple. Entonces Catherine, pese a lo ocurrido, siguió corriendo y le dijo a su entrenador que iba terminar la carrera sin importar cómo, porque si no lo hacía nadie iba a creer que una mujer podría lograrlo. Catherine cumplió el maratón con un tiempo de cuatro horas y 20 minutos. La escena bochornosa creada por Semple fue grabada por los periodistas, pero las mujeres aún debían esperar un lustro más para que los hombres, dueños del maratonismo, las dejaran participar en 1972.
Katherine Switzer participó en el logro de esta inclusión deportiva, ya que se volvió activista de las corredoras y en 1974 llegó en el primer lugar en el Maratón de Nueva York, con un tiempo de 3:07:29, su mejor marca personal, aunque muy distante de la mejor de un maratón, 2:51:37, logrado en Boston en 1975. Una revista especializada en deportes la nombró “corredora de la década” (1967-77) y poco más tarde se convirtió en comentarista de televisión para competencias de maratón. En 1997 escribió el libro Correr y caminar para mujeres mayores y en abril de 2007 publicó sus memorias, que tituló Mujer de maratón, cuando se cumplió el 50 aniversario de su participación pionera en el Maratón de Boston.
En abril de 2008, Maratón mujer ganó el premio Billie Award por su mensaje de inspiración femenil en el ámbito del deporte. En 2011 fue exaltado por el Salón de la Fama de la Mujer por haber generado una revolución social para empoderar a las mujeres. En el Maratón de Boston de 2017 al número 261 de las competidoras se le agregó su nombre y la Asociación Atlética de Boston anunció que no se volverá a asignar ese número a ningún corredor en homenaje a Katherine Switzer.