ESTÉNTOR POLÍTICO
Por: Miguel Ángel Casique
Según el informe México 2017 de la organización Oxfam, el 1% de los mexicanos más ricos concentró el 28% de la riqueza del país, cuatro puntos porcentuales más que la riqueza que tenían en el año 2000. Mientras que los niveles de pobreza, por ingresos, se quedaron igual en el mismo periodo, reveló el mismo informe.
Según «Acción Ciudadana Frente a la Pobreza», en algunos estados del sur del país, un porcentaje alto de la población carece de ingreso suficiente para adquirir la canasta alimentaria; en Chiapas es la mitad de la población (49.9%); en Oaxaca son 4 de cada 10 (40.2%); en Guerrero es más de la tercera parte (35.2%); en Veracruz es casi la tercera parte de la población (30.6%), que se ubican en “pobreza extrema por ingresos”.
Durante los últimos meses de 2017 y los que van del 2018, se ha venido manejando que la posibilidad de que la pobreza sea mayor y se incremente en este año, está latente y es mucho más clara; la razón, las políticas de gobierno encaminadas a combatirla no han surtido efecto o, simplemente, están mal diseñadas y no están resolviendo la problemática que padecen casi 100 millones de mexicanos.
Dos puntos son clave en esto, por un lado las declaraciones que ha venido haciendo el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) que ha señalado que la población con ingreso laboral menor al valor de la canasta básica ha aumentado; segundo, que el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) ha estado remarcando y señalando una elevada desigualdad económica en el país; por un lado los que concentran tanta riqueza y por el otro lado los que apenas y logran tener sus brazos para poder trabajar y sobrevivir.
Nos comentan, economistas y analistas, que la economía es frágil y la amenaza de una mayor pobreza siguen en este año electoral; incluso, este proceso podría ser un factor más para que la situación empeore; porque las propuestas de los candidatos pueden modificar un poco la estabilidad económica, pero en lo que se refiere a desigualdad y pobreza deberían hacer que las estrategias electorales enfocaran sus propuestas hacia allá, pero todo parece indicar que eso no es así.
En una encuesta-sondeo realizada en la red social Facebook, y ante la pregunta de: ¿En qué orden consideras que los candidatos a la Presidencia de la República deben atacar los tres problemas más graves del país?, el 80% contestó que los candidatos a gobernar el país deben tener como primer punto, en sus propuestas para los mexicanos, el combate y ataque a la pobreza; el segundo punto que deben tomar en cuenta es la inseguridad que sufren a diario miles de familias y, en tercer lugar, encontramos el punto de atacar la corrupción. Sólo 20 por ciento contestaron que éste último rubro debe estar en primer lugar.
Basta comentar, por ejemplo, que la inflación ha sido mayor que en años anteriores, incluso ha ocasionado que el Banco de México eleve las tasas de interés de referencia a sus niveles más altos, tan solo en el tercer semestre de 2018 el Producto Interno Bruto (PIB) creció por debajo de las expectativas e incluso las ventas en la economía mexicana estuvieron por debajo de las del 2017; muy por debajo lo pronosticado.
De acuerdo a estudios del Coneval se ha dicho que el ingreso laboral tuvo una reducción de 2.1% del tercer trimestre de 2016 al tercer semestre de 2017; el dato en los meses de este año es igual, en caída. Y como ya mencionamos, esto ha incrementado al número de personas que no pueden comprar los alimentos de la canasta básica.
La pobreza no disminuye, la pobreza aumenta y no se ha visto ninguna acción gubernamental que cambie el panorama, sus niveles actuales son altos y han propiciado el uso clientelar de programas sociales que «impulsan» las dependencias como Sedatu, Sedesol, Prospera y demás. Lo cierto es que en estos tres meses de campaña, no hay alguna propuesta por parte de los tres candidatos, Ricardo Anaya, José Antonio Meade, Andrés Manuel López Obrador o Margarita Zavala, que estén poniendo como eje crucial de sus campañas a la pobreza; sí dicen que se hará algo, pero no lo ven como problema fundamental y de raíz, y si no lo tienen en estas campañas, menos la tendrá el que llegue a gobernar a México.
La brecha entre ricos y pobres en México es dramática; imagínese, caro lector, que 10 mexicanos, de los más acaudalados, tienen la misma riqueza (108 mil millones de dólares), que el 50% más pobre en el país. México es la onceava economía del mundo, pero la suerte de los mexicanos no es buena, estos se siguen debatiendo entre si un día y otro tendrán qué comer o no, si un día y otro podrán curarse o simplemente morirán por no contar con medicamentos caros. Alguien ya dijo, y con mucha razón, que el mercado no distribuye la riqueza y los gobernantes actuales tampoco lo hacen. México debe buscar un nuevo modelo económico pero también un gobierno que garantice la distribución de la riqueza. Es tiempo de elecciones y al término, y a partir de esa fecha, todo se gobernará igual. Los pobres no verán ningún cambio porque los partidos y sus candidatos no son lo que dicen ser o dicen representar.
El clímax no político…
Desalojo injustificado en Azcapotzalco. Decenas de familias del predio ubicado en la calle Manuel Salazar número 92 de la delegación Azcapotzalco fueron desalojados por la lideresa, Hilda Baena Martínez, del grupo denominado Asamblea de Barrios; con lujo de violencia y con gente, que parecía se dedica a reprimir, nos comentaron los vecinos, sacó a las humildes familias de sus casas a pesar de tienen seis años viviendo en el predio. Los hoy desalojados cuentan con papeles que acreditan su posesión legal y nos dicen que Baena Martínez ingresó a lugar con personas armadas y las sacó sin contemplación, ahora claman justicia porque no tienen a dónde ir.
Así las cosas en Azcapotzalco, CDMX, donde por lo visto impera la ley del más fuerte y más violento, y en donde el delegado ni los ve ni los oye, a pesar de que la delegación es considerada una de las más peligrosas pues según un informe de la Secretaría de Seguridad Pública se ubica en el noveno lugar en incidencia delictiva y denuncias; además de ser una demarcación con mucha basura y problemas de abastecimiento de agua. Para colmo de males, Pablo Moctezuma, su delegado, es morenista; bien hará, disponerse a ayudar a estas familias que hoy se han quedado sin vivienda.
A partir de hoy y en los siguientes 90 días, casi todo será campañas. José Antonio Meade y Andrés Manuel López Obrador respetaron a medias la Semana Santa, ya que iniciaron ayer su campaña, dos días después del periodo oficial aprobado por el INE. El priista inicio en Mérida Yucatán, se comprometió a desterrar la corrupción en su gobierno y negó no dar perdón para quienes “han hecho daño a la sociedad”. En el otro extremo del país, en Ciudad Juárez Chihuahua, el morenista también arrancó su campaña reiterando que el nuevo aeropuerto no se construirá.
El candidato del PAN, Ricardo Anaya no respetó las tradiciones religiosas y al primer minuto del 30 de marzo, arrancó campaña en la ciudad de México, en la Expo Santa Fe, en donde reunión a jóvenes para buscar propuestas que pondrá en marcha de ganar la presidencia. Ese mismo día y hora pero en el Ángel de la Independencia, la independiente Margarita Zavala también inició su campaña, ella destacó que sus contrincantes son corruptos. Pero ya vimos en sondeos breves, Candidatos vs población, que ésta última prefiere que se ataque a la pobreza en primer lugar. Por el momento, querido lector, es todo.
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