- La académica abrirá este miércoles Ciclo de Conferencias Magistrales Encuentros con los Premios Nacionales de Ciencias y Artes, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, a las 19:00 horas
La doctora Mercedes de la Garza, ganadora del Premio Nacional de Artes y Literatura 2017 en el campo de Ciencias Sociales, Historia y Filosofía, publicará próximamente el libro El poder de las plantas sagradas en el universo maya, título que forma parte de un proyecto mayor sobre las plantas utilizadas por los mayas en rituales, investigación en la que participan especialistas de distintas áreas como biología, antropología e historia. “Estamos averiguando cuáles plantas sagradas han tenido los mayas desde la época prehispánica hasta hoy”, expresó.
Este libro, coordinado por Mercedes de la Garza, explora los significados y naturaleza de las plantas que usaron y usan todavía los grupos mayas en los rituales sagrados, plantas en general y también aquellas que producen efectos alucinógenos y psicoactivos. “Pero ya no es sólo las plantas alucinógenas, sino las plantas sagradas en general, que tuvieron y tienen una significación religiosa hasta hoy; por ejemplo, la ceiba que es el gran árbol que para los mayas es el eje del mundo, el maíz por supuesto es una planta sagrada. Durante muchos años he trabajado el chamanismo, chamanismo maya y náhuatl, he buscado saber de este tema desde la época maya hasta el actual, entrevistando a varios chamanes y referencias en las obras plásticas y en textos.
El poder de las plantas sagradas en el universo maya es el primer libro de esta amplia investigación y será publicado este año por el Centro de Estudios Mayas, el Instituto de Investigaciones Filológicas y el Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica de la Universidad Nacional Autónoma de México. “Estamos también haciendo otro tipo de investigaciones, cada quien en su área y luego conjuntamos todos esos conocimientos para sacar publicaciones”, señaló la académica.
El vínculo del maya con la naturaleza fue y es hasta hoy muy profundo, ellos se sintieron hermanados con los animales, con las plantas; nunca se pensaron como aquel ser que puede disponer de la naturaleza a su antojo, que puede talar bosques, echar su basura a los mares, no se sintieron nunca desvinculados a la naturaleza, el respeto por los seres vivos y por la naturaleza en general es muy característico del pensamiento maya”.
La investigadora destaca que hoy día, la ciencia ha demostrado lo que los mayas sabían: “nos han mostrado que somos como todos los demás seres de la naturaleza, que nuestro genoma, la base de nuestra biología, es muy parecido al de la mosca de la fruta, no somos superiores para nada, somos iguales a todos los seres de la naturaleza pero sí tenemos una serie de peculiaridades, por ejemplo, y eso lo supieron los mayas, nosotros nos damos cuenta, quiere decir que somos conscientes; por lo tanto tenemos la obligación de cuidar y respetar a la naturaleza; está en el Popol Vuh, en el libro sagrado de los quichés, que el ser humano es el responsable del mundo”.