En el inicio del homenaje nacional a Sergio Pitol con las jornadas Pasión por la trama en tres tiempos, la escritora Ana García Bergua destacó que fue un escritor único e inimitable, una cofradía todo él, con un inmenso mundo exquisito y extravagante, por su vida agitada y viajera, sus lecturas y sus sueños.
Qué difícil y estimulante afiliarse al planeta Pitol, qué maravilla perderse en una obra tan rica. “Siempre extrañaremos la presencia querida de aquel afamado escritor y diplomático que andaba por todo el mundo, que hablaba tantísimos idiomas y había traducido a una gran cantidad de autores fuera de la tradición francesa o sajona a la que en México estábamos acostumbrados”.
En la charla “El lenguaje lo es todo”, realizada en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, García Bergua aseguró que leer los libros de Pitol es un ejercicio de deslumbramiento ante su naturalidad “para pasear por una cultura tan vasta como inusitada y entregarnos aquellos frutos siempre sorprendentes que renovaron la narrativa mexicana”.
La también novelista, cuentista y ensayista destacó que Pitol fue capaz de crear personajes inolvidables, cuya oscuridad provenía de muchos otros lados pero que al combinarla con algunos matices del ser mexicano, alcanzaron un grado siniestro que revela mucho de nosotros.
ara Sergio Pitol, su vida estaba en el lenguaje, pues la palabra es el material de la literatura y señaló que fue un autor que confiaba en el instinto y la inspiración, además de un lector infatigable y exigente.
Admirador de Joseph Conrad, el autor asumió la tarea de hacer oír, hacer sentir, hacer ver, solo y todo eso, señaló Martínez Salazar quien confió en que por ello, la literatura de Sergio Pitol alcanzará más y mejores lectores conforme pasen los años.
El homenaje nacional a Sergio Pitol, quien falleció el pasado 12 de abril a los 85 años de edad, continuará a lo largo de los meses de junio y julio, con mesas redondas, conciertos y una exposición fotográfica y documental en las ciudades de México, Xalapa y Puebla, que evocarán la trascendencia del autor en las letras nacionales y mundiales.
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