ESTÉNTOR POLÍTICO
Por: Miguel Ángel Casique
El ejercicio de este domingo, además de presentar partes muy graciosas y chuscas como lo de «Voy a cuidar mi cartera» o lo de «Dale un abrazo a Meade», se dice que este debate superó el interés en la Web. Se comenta que fue visto en plataformas digitales por 3.9 millones de ciudadanos, cifra que superó a la del anterior debate que se realizó en la Ciudad de México con 3.3 millones según el INE, incremento equivalente a un 18%
Se habla de que según esos datos oficiales se tuvo un numero de espectadores en YouTube; 1.7 millones en Facebook y 1.2 millones en la red social twitter; la actividad se convirtió en tendencia mundial con con 2.5 millones de menciones mediante el hashtag #DebateINE. Y ya sobre cada candidato, respecto a las menciones en twitter, se dice que López Obrador tuvo 33%, José Antonio Meade alcanzó 29%, Ricardo Anaya 27% y en último lugar quedó «El Bronco» con 11% de integración.
Al hablar del segundo debate y de la «innovación» del segundo encuentro presidencial, todo mundo, analistas, periodistas, conductores de televisión y radio, coinciden en que la inclusión del público, -42 personas, de las cuales seis «cuestionaron» a los candidatos, que no tienen otra función más que aparentar que los candidatos escuchan a la población y que responden a sus inquietudes, cosa que es totalmente falsa, o al menos no es totalmente cierta, sino una manipulación en la mente del electorado.
Si usted vio el debate, seguramente coincidirá conmigo, como ya alguien dijo ayer, que las personas asistentes al debate parecían más estatuas de mármol que las mismísimas que eran colocadas en los santuarios o templos griegos o romanos; es decir gente que se ve, fue bien adiestraba para que sirviera de fondo agradable para el público televisivo y para que los mexicanos siguieran creyendo que los candidatos sí se están preocupando por escuchar a la población.
El segundo debate, aunque las cifras de la Web tengan un incremento, lo cierto es que no generó mucho interés en la temática de política exterior y no lo hizo, simplemente, porque los candidatos se limitan a repetir algo que ya se ha dicho pero que a la mera hora de ejecutarse, ninguno, ya siendo gobierno tomará un verdadera decisión y posición sobre la política exterior.
Y es que de desde que llegó Donald Trump no se ha visto ningún análisis serio y menos un pronunciamiento sobre lo que realmente México padece en política exterior, ni mucho menos se ha dicho qué es lo que se debería hacer si tras las amenazas de Trump viniera la ejecución de sus dichos. Siempre ha estado latente las amanezcas contra México, sobre todo en bloque tiene que ver con las medidas económicas que toma el país vecino y que son, las que mas pegarían a México como la expulsión de 2.5 millones de indocumentados, la conclusión el muro, la imposición de un arancel más alto a la exportación del país.
En el debate se debieron tomar más en serio las amenazas de Trump y proponer cómo se defendería México, porque de nada sirve, en ninguna temática, marear al pueblo con palabras bonitas o «retantes» y sí llenas de demagogia como cuando se dice que «somos una nación libre, soberana e independiente y no una colonia de nadie. ¿Será? La realidad, lamentablemente es otra.
Aun cuando haya tenido «innovación» en el segundo debate, lo cierto es que sólo se tornó más interesante por las ocurrencias y las respuestas de algunos candidatos, entre ellos el Bronco que hace enojar de inmediato a López obrador o algunos periodistas como lo hizo con López Dóriga en la entrevista de hace unos días en en Tercer Grado; el debate no fue interesante por lo que los candidatos propusieron; lo que llevaban en su agenda eran las misma propuestas, pero con más espectáculo. El segundo debate fue más un verdadero reality show que un verdadero ejercicio político.
El clímax no político…
Y hablando de política exterior, ya ha salido a relucir que los gobiernos de amenos 17 países rechazaron los comicios en que fue reelegido Nicolás Maduro y manejaron con sanciones; parece muy buen iniciativa de los países que meten sus narices en todos, que mejor nos ahorramos espacio y no los mencionamos por su nombre; pero sí recordamos a esas naciones injerencistas que aunque ellos hayan rechazado los comicios, quienes no lo rechazaron fueron los venezolanos y no sólo no los rechazaron sino que volvieron a demostrar, con su fuerza social y política, a quién desean y a quieren como su gobernante.
Hace unos meses, por febrero de este año, se anunció que el gobierno venezolano entregó 1.005,000 millón de vivienda y que en 6 años ya se llegó a la cifra de 1.997.399 de hogares dignos: ahí se dijo que con este tipo de acciones se protegen el derecho a la familia de manera integra, trabajo, salario, recreación y vivienda. Pero lo sorprendente es que para este año se entregarán otras 500 mil más viviendas y que la meta es la construcción de 5 millones de viviendas para entregar a la población que tiene más dificultad de acceder a una casa.
¡Qué diablos! hacen, entonces, esos 17 países sobre comicios en Venezuela, ¿qué no los países son soberanos?. Y para colmo de males, México se dice ya reduce sus relaciones con Venezuela. Nuestra nación, nuestros gobernantes y los demás países deberían tomar el ejemplo de como gobernar y ejercer el poder público en beneficio de la población… En Venezuela se construyen dos viviendas por cada día desde que nació ese proyecto con La Gran Misión Vivienda Venezuela, que ya se perfila como la política habitacional más exitosa de Venezuela y de todo el mundo. Por el momento, querido lector, es todo.
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