ESTÉNTOR POLÍTICO
Miguel Ángel Casique Olivos
No se espante usted querido lector, esto ya es imposible, sólo es una frase ajustada y queda, al menos, para que en este miércoles ya media semana le pueda quitar un poco la tensión estando a 10 días de la elección del próximo primero de julio; así que no se trata del ex secretario de Gobernación Federal, Miguel Ángel Osorio Chong, sino de Juan Carlos Osorio, técnico colombiano, quien apoyó al candidato del Partido Derechista Centro Democrático Iván Duque, ganador de las elecciones de su país.
Así que lo de «Osorio Presidente», tras el partido del Tri contra Alemania, no se sabe si fue de los mexicanos o de los colombianos, para el caso no importa, pues ya no se puede hacer nada estando a pocos días del clímax electoral; esto, al menos, recuerda que Osorio Chong en el interior del tricolor buscó la candidatura del PRI, pero los astros no se le alinearon y ahora junto con su fiel seguidor, Omar Fayad Meneses, andan buscando hasta por debajo de las piedras votos para asegurar buenas posiciones en el Congreso local y que le puedan aportar una buena posición al candidato José Antonio Meade.
Pero regresando un poco a Colombia, en esa segunda vuelta de elecciones que se realizó el 17 de junio, tras la del 27 de mayo de 2018 en donde ningún candidato había alcanzado más del 50% de los votos, quien resultó ganador fue Iván Duque Márquez, con 53.98% de los sufragios, él gobernará por un periodo de 4 años, desde el 7 de agosto de 2018 hasta el 7 de agosto de 2022, es decir dos años antes de que termine el nuevo sexenio mexicano que comenzará a finales de este año.
En los discursos de la noche electoral en Bogotá, llamó la atención que el Duque hizo un llamado a la unidad del país, incluso, dijo: «quiero ser el presidente que le dio amor a todos» y así tendió la mano a los derrotados, «no tengo odios, ni venganzas, ni represalias»; reivindicó, dicen, «una paz con verdad, justicia, reparación y no repetición» y añadió también que «hay que superar la fractura de la paz que nos dividió en amigos y enemigos».
El domingo 1 de julio ya está cerca y por la noche, alrededor de las 10 o un poco antes, ya habrá mensajes y discursos de los candidatos; y uno, el ganador, también dirigirá algunas palabras, unas llevarán destinatario y otras más serán, quizá, como las que antes citamos, dependiendo del ganador será el tipo de discurso; pero bien le haría al país y a todos los mexicanos que gane quien gane se dirija un mensaje donde se hable de lo que se hará, en México, para beneficio de todos.
El mensaje que, tras llegar a la silla presidencial, debe darse tendría que hablar de bienestar y progreso, así como un ataque serio y a fondo de los problemas de la nación, entre ellos el principal que es la pobreza de al menos unos 80 millones de mexicanos, sin olvidar los problemas que surgen de ese lastre social como la inseguridad, la corrupción, la violencia, mala educación, pésima salud, salarios bajos y poca inversión para infraestructura social.
Un mensaje de odio, de prepotencia y soberbia de quien sea electo presidente sólo complicará la ya difícil situación de México y la inestabilidad social se ahondaría a velocidades que no se han visto; además de que la política en México podría tomar otros rumbos. 10 días son pocos y ya existen las interrogantes de cómo quedarán las fuerzas políticas y en particular los partidos políticos. ¿Sobrevivirá el o los partidos perdedores o se comenzarán a refundar? ¿El partido ganador será capaz de unir a las demás fuerzas para trabajar por un país mejor o todo lo contrario? Estas y otras preguntas so comenzarán a responder los primeros minutos del 2 de julio.
El clímax no político…
Falta que den una versión pública. En Guerrero, Rafael Martínez Ramírez candidato de Morena a la alcaldía de Coahuayutla, junto con sus dos escoltas, fueron detenidos por elementos del ejército mexicano. De acuerdo con los primeros reportes los detenidos portaban armas de fuego al momento de su detención, ya que los escoltas no pudieron acreditar el permiso de portación de armas de fuego.
Si bien ninguna autoridad estatal o federal ha informado de manera oficial la detención, Martínez Ramírez fue trasladado a la subdelegación de la Procuraduría General de la República con sede en el Puerto de Acapulco para determinar su situación jurídica. Ni la dirigencia estatal de Morena, ni el Grupo de Coordinación Guerrero han emitido alguna postura sobre la detención, mientras que el candidato y los dos escoltas permanecen en la subdelegación de la PGR. Por el momento, querido lector, es todo.
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