KAZAN, Rusia.- Colombia no estaba dispuesta a perder la vida en la primera fase de Rusia 2018.
Con esa intensidad de quien no quiere dejar de respirar en el máximo torneo de selecciones, saltó al terreno de la Kazán Arena como un depredador, ansioso, a devorar a Polonia para no ser cazado.
Y lo logró con un 3-0 que no puede tacharse de circunstancial, fue producto de un trabajo de principio a fin del juego, de no desesperarse en el inicio y de sonreír tras el último silbatazo.
Con el cobijo de miles de colombianos en el graderío, el cuadro cafetalero círculo el balón de un lado a otro del campo, fue vertical en sus trazos a través de Juan Cuadrado y James Rodríguez, siempre en búsqueda de Radamel Falcao, el referente de área.
El ritmo del cuadro sudamericano fue abrumador, no permitió a Polonia ni siquiera exhalar, lo trajo movido todo el encuentro y con una temperatura cercana a los 30 grados centígrados lo fulminó en el plano físico.
Además, el equipo polaco no mostró ideas para quitarse esa presión. Intentó con un 3-4-3 en el papel atrevido, pero en la práctica inservible por la nula operación de los mediocampistas Grzegorz Krychowiak, Jacek Goralski y Dawid Kownacki.
El estelar Robert Lewandowski no gozó de balones y no hizo mucho por pelearlos.
Así, el panorama se abrió para Colombia que marcó el primero al 40′ en un remate de Yerry Mina con la testa a centro de James, luego el segundo con Falcao en un pase filtrado al 70′ y cinco minutos después la firma de Cuadrado para escribir la goleada.
Fiesta, cambia y vallenato en Kazán. Colombia sigue con vida y debe ganar el jueves a Senegal para avanzar a Octavos.
Polonia tan cerca de Rusia se despide ya y tendrá que emprender el viernes el retorno a casa después de medirse a Japón.