- El maestro se presentó con éxito en la Fonoteca Nacional con música para clarinete bajo y medios electrónico
Una experiencia musical y sonora única e irrepetible, con sala llena y un público sorprendido por la amplia gama acústica, electrónica, metálica, poderosa y tenue, ofreció el maestro Antonio Rosales con el concierto de Nueva Música Mexicana para Clarinete Bajo y Medios Electrónicos, en la Sala Murray Schafer de la Fonoteca Nacional.
El programa del concierto con repertorio mexicano para el clarinete bajo con medios electrónicos de nueva creación, compuesta por jóvenes compositores mexicanos fue de otro plano: música que recreó ambientes inquietantes, intimistas y relajados con los sonidos propagados en la expansión y el desplazamiento a través de la materia y el aire, y como marco, una hermosa sala.
El programa se extendió con Pulsos (Prologo) de la inspiración de Eduardo Caballero para clarinete bajo y electrónica en tiempo real, que fue como medir el tiempo en frecuencias de pulsaciones, reiterativas, de manera regulares e irregulares en el tiempo, la métrica, el compás y el ritmo, para continuar con el tema Sonrisa Oblicua, para clarinete bajo y pista electrónica, de Alejandro Romero. La obra resultó una evocación a sentimientos reconfortante, para concluir la espléndida noche con Flores Aritméticas, para clarinete bajo y pista electrónica.
La melodía fue un estreno mundial, inspirada por el compositor Lorenzo Mediana, quien se basó en un poema de Manuel Maples Arce (1922), la cual fue acompañada por una proyección con lectura y dramatización del texto de Mónica Sandoval. La edición y montaje de imágenes de Erik Pérez.