- Especialistas ofrecieron un panorama de la personalidad y del gobierno del líder sonorense, un maestro de la política
“Un caudillo es un hombre que tiene la lealtad de sus soldados y que no está dispuesto a compartir el poder con nadie”, explicó la catedrática en el Instituto Mora Carmen Collado. Así fue Álvaro Obregón, personaje invicto de la Revolución, el hombre de armas más destacado del ejército constitucionalista.
Como parte del foro “El obregonismo en el México posrevolucionario” efectuado este miércoles 18 de julio en el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), la investigadora, acompañada del historiador Javier Mac Gregor Campuzano, ofreció un panorama de la personalidad y del gobierno del sonorense que fue presidente de la República entre 1920 y 1924.
La especialista en el estudio de la relación de los empresarios y el gobierno de Obregón, recalcó que el aprendizaje que tuvo a través de la guerra, hecho que lo hizo jugarse la vida, lo convirtió en un maestro de la política.
Para el académico, la imagen del caudillo como concentrador de los mecanismos del poder en una persona que ha destacado en la historiografía tradicional debe ser contrastada con la riqueza del debate intelectual de esos años.